Científicos descubren que las lunas pueden ser orbitadas por lunas más pequeñas

A estas alturas todos sabemos que algunos planetas son orbitados por satélites naturales comúnmente llamados lunas. Sin embargo, un par de astrónomos descubrió que estos cuerpos celestes de hielo y roca también pueden ser orbitados por objetos de menor tamaño, como si se tratara de “lunitas”.

lunas de saturno

Juna Kollmeimer, de la Instituto Carnegie de Washington, en Estados Unidos, y Sean Raymond, de la Universidad de Bordeaux, en Francia publicaron un análisis donde calcularon las condiciones de planetas conocidos como “Ricitos de Oro”. Estos planetas permitían que su luna fuera orbitada por otra de menor tamaño sin desviarla de su curso o hacerla pedazos por la atracción gravitacional (un fenómeno conocido como fuerza de las mareas).

Tras varias suposiciones que implicaban la densidad de las lunas y de sus pequeñas “rémoras” partiendo de lo que sabemos sobre el Sistema Solar, los investigadores llegaron a la conclusión de que las lunas grandes (con un radio mayor o igual a los 1,000 kilómetros) tienen la capacidad de acomodar cuerpos celestes de menor tamaño (con un radio de 10 o más kilómetros) durante largos periodos de tiempo.

 

¿Pueden las lunas tener lunas?

“El flujo de energía de las mareas desestabiliza las órbitas de sub-lunas en torno a lunas muy pequeñas o demasiado cercanas a su planeta anfitrión – lo que sucede con la mayoría de las lunas del Sistema Solar”, dicen los científicos. Y complementan esta información asegurando que muchas de las lunas conocidas también son capaces de hospedar a estos pequeños cuerpos, como aquellas que orbitan a Saturno (Titán y Jápeto), la luna de Júpiter (Calisto) y el propio satélite natural de la Tierra.

Además, los investigadores agregan que el reciente descubrimiento de una exoluna (de un tamaño similar a Neptuno) que órbita al exoplaneta Kepler-1625b (un gigante gaseoso doce veces más grande que la Tierra orbitando una estrella parecida al Sol que se ubica a unos 8,000 años luz de distancia) también podría hospedar una sub-luna.

exoluna del kepler 1625b

Finalmente, los investigadores creen que la posibilidad de que la lunita se haya formado en el ambiente del planeta-luna con las configuraciones orbitales correctas es muy baja. Desde su perspectiva, algo habría “descarrilado” al cuerpo a una velocidad correcta y terminó ingresando a la órbita de una luna más grande, no del planeta. Kollmeimer y Raymond creen que se debe profundizar en los estudios para entender cómo es que se forman estas mini lunas y cómo terminan orbitando esferas rocosas de hielo de mayor tamaño.

Otro pendiente es el nombre que recibirán estos pequeños cuerpos celestes. Algunos astrónomos y publicaciones especializadas las están refiriendo como “lunas lunares”, “luna luna”, “lunitas” e incluso “sub-lunas”.

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