Resulta hasta irónico que el hombre más rico del mundo, el mexicano Carlos Slim, venga proponiendo jornadas laborales de 3 días a la semana justamente en México, el país con la jornada laboral más grande y con el menor salario de la OCDE.
Slim asegura que se aproxima el tiempo de un cambio profundo en la forma de trabajo, donde las personas ya no verán sus días de retiro a los 50 o 60 años, sino hasta los 70, laborando únicamente tres días a la semana y 11 horas por día.
Más allá de los incautos que, en ocasiones, se ven hipnotizados por el efímero éxito de YouTube, como el caso de un hombre (no recuerdo su nombre) que lo vendió absolutamente todo para invertir en la carrera de su hijo y ahora está repleto de deudas y sin donde caerse muerto, ya no existen productores de contenido tontos.
Benjamin Franklin dijo, y con mucha razón: “Muchas personas mueren a los 25 años y no son sepultadas hasta que tienen 75”.
¿Será que alguna vez realmente te has dado a la tarea de sentirte vivo? Y no hablamos de respirar bien, de no sentir dolor en el cuerpo, ni de comer saludablemente. Hablamos de llegar al final del día y sentir que ha valido la pena, sentirte feliz por el simple hecho de que ese día haya existido.
Contrario a lo que dice la sabiduría popular, la primera profesión humana fue la de cocinero – y no la de prostituta. Al menos es lo que indica un estudio publicado por la Universidad de Harvard.
La vida normal, esa vida regular, lineal y sin sorpresas. La vida que muchos aceptan, más pocos sueñan. En ese sentido, el dibujante y viajero Chris Guillebeau realizó hace algún tiempo una tira cómica que, por encima de todo, invita a una reflexión profunda sobre como esas “personas normales” precisan de hacer un recuento de su vida.
Este hombre a través de sus diseños se ha encargado de diseminar un estilo de vida alternativo, que va más allá de los estándares y patrones que nos cuelga la sociedad desde el nacimiento.
Uno de los propósitos de año nuevo para toda esa bola de consumistas desmedidos debería ser tener menos para ser más.
La Slavery Footprint (que en traducción libre sería Huella de Esclavitud) es una herramienta en línea que calcula el promedio de personas sometidas a trabajos prácticamente esclavizantes, que laboran para satisfacer tus necesidades. Todo esto en base a lo que consumes y posees.