Para 1967, el alto mando del Ejército de los Estados Unidos se sentía bastante optimista respecto a la Guerra de Vietnam. Contrario a sus contrapartes francesas, los Estados Unidos no habían sufrido un Dien Bien Phu, y el general William C. Westmoreland, jefe del comando de asistencia militar en Vietnam (MACV) confiaba en poder alcanzar pronto un punto decisivo. Matándole a Võ Nguyên Giáp más hombres de los que éste podía sustituir y forzando a su gobierno a aceptar la derrota. Sólo necesitaba una oportunidad.
Y para su satisfacción, esa oportunidad llegaría: A lo largo de todo el frente con Vietnam del Norte, y a través de los servicios de inteligencia a su disposición, a Westmoreland le empezaron a llegar reportes confirmándole lo que más deseaba; el Viet Cong parecía estar preparándose para asestar un gran golpe. Westmoreland no tenía idea de cuando se produciría, pero estaba seguro de poder pararlo y devolverlo con intereses.
Aquella era una postura bastante agradable de oír para Lyndon B. Johnson, presidente de los Estados Unidos. La Guerra con Vietnam había sido una papa caliente en la política exterior estadounidense, y Johnson quería la seguridad de que no duraría para siempre. El Viet Cong había probado ser un rival duro de roer, y las campañas de bombardeo aéreo en el norte de Vietnam habían probado ser poco efectivas.
Pese a que en la zona se lanzaron más de 14 millones de toneladas de bombas, lo cual era una cantidad mucho mayor que la lanzada por los EU durante la Segunda Guerra Mundial. Incluso el uso extensivo del Agente Naranja no habia surtido el efecto deseado, y el problema —heredado desde la administración Eisenhower— no disminuyó. Pero la perspectiva de ceder Vietnam al bloque comunista era insoportable; los estadounidenses temían que tras la victoria norvietnamita una simpatía por el comunismo recorriera el sudeste de Asia.
Guerra de Vietnam, una lucha por la Independencia.
Todo había empezado de una manera más o menos normal. Ya sabemos esta historia; los nativos de indochina, deseosos de liberarse del yugo colonialista (que les estaba regalando democracia, cultura, civilización y blah, blah, blah) decidieron que habían tenido suficiente de los franceses y pensaron que había que hacer algo al respecto. Ho Chi Minh ya había creado una organización de resistencia—el Viet Minh—desde antes de la Segunda Guerra Mundial.
Pero, después del desenlace de ésta los ataques se recrudecieron y la moral de los vietnamitas se reforzó. Los blancos no eran dioses, podían morir como cualquiera, y el destino de Vietnam—el de convertirse en una nación bajo una República— se cumpliría.
Pero la Francia no tenía ningún deseo de perder su imperio colonial, así que empezó a usar tácticas de terror dignas de narco mexicano: en uno de esos casos, la policía francesa detuvo a la esposa y a la cuñada de Võ Nguyên Giáp, utilizándolas como rehenes para presionar al general y lograr que se entregara. La cuñada fue guillotinada y su mujer condenada a cadena perpetua, donde murió en la prisión después de tres años a causa de brutales torturas. Los verdugos franceses también asesinaron a su hijo recién nacido, a su padre, a dos hermanas y a otros familiares.
Así que Võ Nguyên Giáp organizó el brazo armado de la resistencia—no se sabe si a despecho o por venganza, puede que ambas—y tras derrotar al ejército francés en la batalla de Dien Bien Phu aseguró la Independencia de su país. Los franceses se retiraron, en Ginebra firmaron la paz, y se acordó que el país se dividiría en sur y norte, para después reunificarse en unas elecciones generales en las que el pueblo decidiera que régimen quería adoptar.
Aquella era una bofetada para los patriotas vietnamitas, pero China no quería un país poderoso en su frontera sur y el ministro Zhou Enlai—que había ayudado a llevar a cabo las negociaciones— los obligó a aceptar.
El golpe de Estado.
Desgraciadamente para todos ellos, la reunificación por la vía democrática no iba a suceder. Un general Vietnamita, Ngo Dinh Diem, había establecido un gobierno dictatorial en Vietnam del Sur, expulsando a todos los comunistas y consiguiendo el poder. Pero cuando se dio cuenta de que iba a perder en las elecciones, dio un golpe de estado—con la ayuda y el apoyo de la CIA, claro está—proclamando la existencia de la República de Vietnam y anulando las futuras elecciones a favor de la reunificación. El gobierno de Vietnam del Norte respondió con la creación y abastecimiento de guerrillas en el Sur.
Diem recibió apoyo de los Estados Unidos, pero el hecho de que su administración fuera corruptísima y que su gobierno fuera la muestra fiel del nepotismo—en Vietnam del sur los mandamases eran él, su hermano, y la mujer de su hermano— no hizo que fuera popular o que los vietnamitas estuvieran muy dispuestos a luchar por él; incluso para aquellos que detestaban el comunismo, que alguien se interpusiera en la reunificación de su país era un crimen inexcusable. Pero los Estados Unidos no iban a correr el riesgo de que Vietnam se volviera comunista, así que los estadounidenses marcharon a la guerra y aprovechando el incidente en el golfo de Tonkín —que ahora se sabe no ocurrió— iniciaron una ofensiva sin declaración de guerra a favor de Diem, que los recibió con los brazos abiertos.
El gobierno norvietnamita se dio cuenta que éste sería un conflicto más cruento que aquel que había peleado contra los franceses, y ordenó a sus fuerzas armadas reasumir la guerra de guerrillas. El Viet Minh se transformaría en el Viet Cong, y gran parte del pueblo de Vietnam reasumiría su lucha por una patria unida, aun si tenía que abrazar tácticas de terror y sufrir miles y miles, que digo miles, millones de bajas.
El Napoleón Rojo en la Guerra de Vietnam.
Pero Giáp no se había quedado dormido en sus laureles. Aprovechando la ayuda de China y la Unión Soviética—que deseaban contrarrestar la influencia de Estados Unidos en el sudeste de Asia—había creado una pequeña pero buena arma alada, una pequeña marina y robustecido a su ejército de tierra. Estados Unidos se abstendría de invadir Vietnam del Norte—para no provocar una guerra con la Unión Soviética o China.
Y a lo largo de los años siguientes, el ejército de la República Democrática de Vietnam del Norte aprovisionaría y coordinaría al Viet Cong, usando primero a su marina y después (cuando la presencia de la US Navy en el mar haría tal cosa imposible) la ruta Ho Chi Minh. Giáp era pésimo táctico, pero no era estúpido, así que pronto se dio cuenta de la imposibilidad de enfrentarse a la potencia de fuego del ejército de los Estados Unidos, por lo que sus operaciones se concentraron en tácticas no convencionales.
Primero organizó y adoctrinó a sus guerrillas en una fuerza capaz de medirse con la Legión Extranjera Francesa y de tomar cualquier posición a pesar de un fuerte número de bajas, muchas veces del 90%; y cuando esas fuerzas se volvieron un ejército no tuvo problemas en volverlas a convertir en guerrilla cuando fuera necesario, reconvirtiendo a las Fuerzas Armadas de la República Democrática de Vietnam (EVN) en una fuerza casi irregular, de la que se dijo que tratar de inmovilizar era como intentar sacar sangre de una piedra.
«Nací en el Norte para morir en el Sur».
El hecho de que sus hombres estuvieran luchando para la reunificación ya era una causa para que pelearan con gran valor y fanatismo, haciendo que muchos de ellos se tatuaran en el pecho la frase “Nací en el Norte para morir en el Sur”, pero el hecho de que Giáp llevara un modo de vida relativamente sencillo, hacía que sus soldados aguantasen mejor las penalidades de la Ruta Ho Chi Minh o la vida en los túneles. Comparado con el muy alejado modo de vida de los ostentosos y corruptos oficiales sudvietnamitas, el método de mando de Giap parecía ser el de un mártir.
Como fuera, tras años de conflicto (el país habia estado en guerra por ya más de dos décadas de manera ininterrumpida) las bajas del lado norvietnamita no habían dejado de acumularse, y Westmoreland, consciente de lo cada vez más impopular que se estaba volviendo la guerra, se sintió reconfortado ante aquella nueva ofensiva que parecía marchar hacia él. Se acercaba el año nuevo vietnamita, el Tet, una fecha que normalmente era recibida de manera festiva en todo Vietnam y que era objeto de alto al fuego.
Las Fuerzas Armadas de la República de Vietnam (ARVN) habían purgado a una parte de aquel personal corrupto que lo hacía un pésimo ejército, y los actos de terror y represalias del Viet Cong, si bien no habían cambiado el modo de pensar de los campesinos hacia el gobierno de Vietnam del Sur, si habían sembrado muchas dudas sobre la rectitud moral de los guerrilleros. Muchos de estos habían desertado del Viet Cong y se habían unido a las fuerzas estadounidenses tras enterarse de que sus familias habían sido masacradas por error; la inteligencia que habían aportado mostraba que el liderazgo y el pueblo de Vietnam habían empezado a cansarse.
Así que recibió el aviso de fuerzas norvietnamitas concentrándose afuera de Khe Sanh con beneplácito. Al llegar; él los recibiría con un puñetazo tan fuerte que los mandaría a la lona.
La ofensiva del Tet.
El resultado sorprendería a Westmoreland y mandaría oleadas de asombro por todos los frentes. Usando túneles excavados con meses de antelación para ese fin, el Viet Cong y el EVN lanzarían una ofensiva sin precedentes en el país aprovechando la festividad del Tet de ese año, un 30 de enero de 1968, golpeando en más de cien lugares, incluyendo 36 de las 44 capitales provinciales, cinco de las seis ciudades autónomas y tanto en la nueva como antigua capital, Saigón y Hue.
El asalto sería despiadado; sólo en Hue, el Viet Cong ejecutaría a más de 6,000 personas, mujeres y niños incluidos, acusados todos de pertenecer a familias colaboradoras de las Fuerzas de Estados Unidos. La embajada misma en Saigón sería tomada por fuerzas especiales norvietnamitas, y caería a su vez gran parte de la infraestructura del sur. En Saigón, la ofensiva tendría sólo seis objetivos principales, pero eso no haría la lucha menos cruenta.
La ciudad no recuperaría su “tranquilidad” hasta pasado bien el mes. La batalla por Hue sería aún peor; tanto los comandos del Viet Cong como por los norvietnamitas que defenderían sus posiciones recién ganadas con tal resistencia que los estadounidenses se verían obligados a usar su artillería, reduciendo a escombros gran parte de la ciudad y dejando a 116,000 personas sin casa en una ciudad con una población de 140,000.
Resultados dobles.
Pero tras el éxito inicial, tanto el US Army y el ARVN lograron recuperarse de la sorpresa y contraatacar. En algunos casos fue solo cuestión de horas; en otros, y a pesar del tiempo ocupado, las fuerzas atacantes habían recibido muchísimas más bajas. Coordinar una ofensiva general de esa magnitud habia sido difícil, y lo que era peor, en la ofensiva el mando de Giáp (que no había creado el plan, pero que había estado a cargo de su ejecución) habia perdido a una gran cantidad de sus mejores hombres, más que los Estados Unidos y Vietnam del Sur. Tal y como había predicho Westmoreland, el enemigo había alzado la cara, y había sido cruelmente apaleado.
Lamentablemente para él, en las casas de su país había surgido una opinión muy diferente. Aquella habia sido la primera guerra realmente televisada de la historia, y las imágenes hablaban por si mismas; el sitio de Hue, la pelea urbana en las calles de Saigón, la toma de la embajada estadounidense, todas habían sido imágenes vistas con aprehensión por millones de estadounidenses. El gobierno les había dicho que la guerra iba a ser ganada y que los vietcongs habían empezado a retroceder; aquellas imágenes decían otra cosa.
Las marchas contra la guerra en los Estados Unidos.
Marchas antiguerra empezaron a brotar por todo el país, y el hecho de que el gobierno estadounidense se enfocara en reclutar latinos y negros no ayudó mucho. El gobierno se había gastado millones y millones de dólares en asegurar la infraestructura de Vietnam del Sur, pero ahora resultaba evidente que aquel dinero había sido tirado a la basura, pues todas las casas que habían salido en televisión estaban destruidas. El pueblo estadounidense había tenido suficiente. Johnson anunció que no buscaría la reelección.
¿Por qué Estados Unidos perdió la Guerra de Vietnam?.
Mucho se ha discutido en los foros militares sobre la guerra de Vietnam, y algunos conservadores y seguidores de la extrema derecha de Estados Unidos se niegan a considerarla una derrota. El ejército estadounidense no perdió ninguno de los enfrentamientos mayores que enfrentaron, y Giáp no pudo repetir en ellos una victoria similar al logro legendario conseguido en Dien Bien Phu. Sin embargo, tales personas hablan por orgullo herido, y la verdad es que la guerra tiene dimensiones políticas, económicas, y morales, las cuales ahora importan tanto como las netamente logísticas.
En tal situación, esas personas se parecen a las nuestras, que afirman que el ejército mexicano no ganó la guerra contra los franceses y que la batalla del 5 de mayo no sirvió para nada. La guerra de guerrillas tiene una lógica bien distinta, opuesta a la lógica en cualquier guerra convencional, y el objetivo es obligar al enemigo a marcharse por sí solo. Las victorias morales son tan importantes como las militares.
La guerra que los estadounidenses no pudieron ganar.
Ahora bien, hay un debate sobre si ese fue el objetivo del Tet era en un principio forzar a la población de Estados Unidos a ver que aquella era una guerra que su ejército no podía ganar, o si aquella victoria se consiguió de puro chiripazo. Probablemente sea una mezcla de las dos. El alto mando norvietnamita organizó la ofensiva como medio para incitar a la población de Vietnam del Sur a rebelarse en masa, pero ésta no lo hizo, lo que resultó en algo aún peor, el Viet Cong y el EVN perdieron muchos de sus mejores hombres.
Aquel pudo haber sido un golpe terrible, aunque es mentira que hayan pensado en abandonar la guerra. Como fuera, si habían tomado en cuenta que aquel sería un año electoral en Estados Unidos, y eso hizo que la elección de un candidato que diera continuidad a la guerra fuera algo imposible. Después de la retirada de las tropas de los EE.UU., el Norte invadiría el Sur, tomando Saigón, renombrándola Ho Chi Minh en honor a su padre de la Independencia entonces ya muerto y reunificando a Vietnam en una sola República.
Afortunadamente, el nuevo gobierno resultante fue completamente diferente al de Corea del Norte, y Vietnam invadiría Camboya, terminando el genocidio de los Jémeres Rojos y teniendo que soportar por tal hecho una invasión china. Ahora Vietnam esta contra la espada y la pared, y las presiones expansionistas de China la está haciendo considerar una alianza—que ironía—con Estados Unidos.
El artículo es un colaboración integra de An Khan. Muchas gracias.
Estados Unidos el país que más gente ha matado en el mundo… como lo diría el gran Dave Mustaine «Mata a un hombre y serás un asesino… mata a muchos y serás un conquistador»…
EL TRANSFONDO DE TODO ESTE CONFLICTO FUERON PARA EL CONTROL DE LA HUMANIDAD POR PARTE DE LOS REPTILIANOS, LO CREAN O NO…
En cuanto a lo de Vietnam, EEUU nunca admitirá que perdió la guerra; alegarán que ellos son los que tienen derecho a proclamarse vencedores porque causaron más bajas al Vietcom y al pueblo vietnamita en general que las que recibió su propio ejercito; además de dejar a Vietnam en un estado lamentable. Pero da la casualidad que las guerras se ganan cuando obligas al enemigo a ceder a tus demandas iniciales, es decir cuando logras los objetivos que te habías propuesto antes de disparar la primera bala, lo que los EEUU trataban de evitar con esta guerra era que Vietnam se unificara en un gobierno comunista y ocho años después eso fue justamente lo que sucedió; a pesar de los millones de bajas del lado vietnamita, el US army tuvo que salir de aquel país con la cabeza baja y los vietnamitas se reunificaron Vietnam en 1976, bajo un gobierno comunista y en las narices de Washington.
En el mejor de los escenarios para EEUU, podría decirse que aquella fue una victoria pírrica; es decir, una victoria obtenida a un costo tan alto, que no vale la pena.
Me parece que en la batalla del Álamo ustedes no les ganaron a Estados Unidos, me explico: La batalla tuvo lugar el 6 de marzo de 1836, en Texas y contra anglosajones que se habían establecido en ese territorio, en esa fecha Texas no había sido incorporada aún como estado de los EEUU y dos meses después, en mayo del 36, se constituye en la República de Texas, siendo por lo tanto, un territorio ajeno a los EEUU. Los anglosajones que lucharon en esa batalla no lo estaban haciendo en representación del gobierno de EEUU, ni contaban con el apoyo de este.
Es decir, técnicamente, no les ganaron a EEUU; sino a la República Texana. Lo cual no disminuye en nada el valor, el arrojo, el espíritu de sacrificio y de entrega a su pueblo que ustedes demostraron en esa batalla.
Barbarie de ambos lados. La eterna historia de la humanidad.
La del 5 de mayo fue una batalla bien ganada frente al mejor ejercito del mundo (pero estando en un pais extranjero y a miles de km de su metropoli), aun habiendo ganado esa batalla, la intervencion francesa se dio, obviamente en el momento se perdió la guerra, es asi como en la guerra con los gringos que se ganaron muchas batallas, la mas simbolica la del Alamo, que tanto les duele a los gringos, pero aun asi se perdio la guerra.
negativo, mi estimado josé. Se perdieron batallas pero se ganó, la guerra.
Me explico: la guerra tiene un lógica bien distinta. El alamo no fue sino una batalla más del lado mexicano. sólo fue simbolica del lado gringo. y perderla de esa manera les ayudó a ganar la guerra.
La historia esta llena de ejemplos así. Te puedo citar Prokorovhka, Balaclakava, Misogni….
La guerra contra los franceses se ganó. Si, el cinco del mayo desató una venganza(los franceses quisieron vengar su orgullo herido) pero sin el cinco de mayo los mexicanos no hubieran sido siquiera capaces de pensar que serian capaces de resistir. ¿quieres más pruebas?
Moltkhe incluyó un analisis sobre tal guerra cuando fue cuestionado sobre la posibilidad de una guerra por el ministro bismark. El resultado fue una invasión por el ejército alemán.
Que el mejor ejercito del mundo perdiera contra un monton de indios no hizo mucho para mantener su prestigio.
Genial articulo, una guerra que no sirvió para nada. Mas articulos de estos.
Muy buen Articulo
Excelente articulo, me gusta cuando los marcianos se vuelven guerreros jajaja
Que buen artículo hace rato no se veía uno asi
podrás perder mil batallas pero solamente al perder la risa habrás conocido la autentica derrota.
Ho Chi Minh
Vietnam fue una guerra mantenida, dirigida por gente sin escrúpulos y operada por gente sin voluntad propia. Me dan asco sus veteranos.