En nuestros días, cualquier estudiante que se respete sabe que un trabajo importante debe tener sus respectivas copias en una unidad USB, en el disco duro del computador, en el correo electrónico, en la nube y en prácticamente cualquier dispositivo de almacenamiento a disposición – principalmente si se trata de una tesis de doctorado. Incluso si se llega a perder cualquiera de estos respaldos es motivo suficiente para un mini ataque cardíaco, ¿cierto?
Sin embargo, en los lejanos años 80 la realidad era mucho más cruel. La mayoría de los trabajos se entregaban mecanografiados, y hacer copias requería de mucho más tiempo y dedicación. Por esto, perder un documento era mucho más trágico, pudiendo resultar incluso en la locura del investigador. Esto más o menos fue lo que sucedió con el checoslovaco Oleg Mitasov.
A prácticamente nada de recibir un doctorado en economía por parte de la Universidad de Kharkov, en Ucrania, Oleg Mitasov cometió un error imperdonable: en el camino a la defensa de su investigación, olvidó la tesis en el tranvía que tomó para llegar a la institución.
Reza la leyenda que en este preciso momento la mente de Mitasov colapsó. Y quién no, un trabajo que le había llevado años estaba completamente perdido y no podía arrojar la culpa sobre su perro como muchos graciositos hacen hoy en día. El ucraniano jamás llegaría a cumplir su doctorado.
Viviendo solo en un enorme departamento de siete habitaciones, Mitasov empezó a garabatear en un cuaderno diferentes notas. Cuando terminó cada uno de los renglones, pasó a escribir en las paredes de su sala. Cuando el mobiliario estuvo repleto se fue a la cocina (llegó a escribir hasta en su refrigerador) y después pasó a su habitación.
Finalmente terminó escribiendo en los muros del edificio, en las escaleras y en las paredes de tabique propiedad de sus vecinos. Su inesperado “talento artístico”, aunado a su colapso mental le valieron la comparación con Van Gogh.
¿Quién era Oleg Mitasov?
Pese a que se ha escrito mucho sobre él, poco se sabe sobre la vida de Oleg Mitasov. Se conoce que nació en el año de 1953, en la antigua Checoslovaquia, hijo de un ingeniero minero y de una médica que laboraba en la embajada soviética. A su regreso a Kharkov, su familia fue acusada de haber conspirado formando alianzas con agentes de países capitalistas – en plena Guerra Fría.
Según el testimonio de su hermana, Olga, aquel episodio resultó muy traumático para toda la familia, y especialmente para Oleg, que llegó a pelear cuerpo a cuerpo con los agentes policiales de la Unión Soviética. Él murió en 1999, a los 46 años, víctima de la tuberculosis. Mitasov se encontraba internado en un hospital psiquiátrico desde que le diagnosticaron esquizofrenia.
El significado de los escritos.
En la imagen inicial de esta publicación puede leerse: “Soy rechazado por las mujeres, el objetivo principal en la Tierra es trabajar, en mis estudios, en mi trabajo todo es perfecto en la Tierra, papá y mamá en sus estudios en sus trabajos son perfectos en la Tierra, apenas avance, nunca vuelvo a la Tierra”.
En realidad las palabras no tienen mucho sentido. En otra pared (imagen a continuación) puede leerse sobre la puerta “Mitasov en la Tierra”. Muchos de sus escritos repiten su nombre frecuentemente y la palabra VAK cuyo significado se desconoce.
Actualmente, la antigua residencia de Oleg Mitasov fue transformada en una oficina, y casi todo lo que escribió en su interior se perdió para siempre. La familia solo pudo rescatar su refrigerador y el piano.
Algunos grafitis en los muros todavía se mantienen, pero el tiempo apaga poco a poco el recuerdo de este genio incomprendido. La periodista Elena Grigoreva definió a Mitasov de esta forma: “Eso no es arte, es el retrato de la vida real”.
Para otro periodista, Tim Holborn, los textos de Mitasov representan “la triste historia de un hombre vigilado con obstinación por el ojo opresivo del Estado, que pudo presionarlo hasta el punto de un colapso psicológico”.
Pobres mentes perturbadas, muchos creo yo,estamos al borde del colapso, el mundo se vuelve más hostil dia con dia.
No esta en alguna parte la traducción de todo lo que escribió?
yo opino que ese fue el detonante para su transtorno
Este post me ha gustado mucho, he visto un par de casos que podrían parecerse, una señora por el rumbo de la oficina,(en Mixcoac, Ciudad de México) por su apariencia, mayor, sentada en alguna banqueta o en lo que pudiera, fumando sin parar y escribiendo números sin detenerse, en un cuaderno o en lo que tuviera a la mano, y otro señor en Valle Dorado, Tlalnepantla, Edo Mex. parado sobre una banqueta, con un libro en la mano como si estuviera dando una cátedra, nunca pude sacarles más allá de un buenos días, pero imagino que sus pláticas, podrían haber sido alucinantes y lo que los llevó a eso, seguramente fue algo muy traumático.
Sería muy interesante saber en donde está el señor de Valle DOrado, yo vivo en Satélite, muy cerca de ahí.
Hery, nunca comento ningun a de tus publicaciones, pero esta vez dejare de ser un leecher por que justo en mi pueblo hay alguien así… Dicen los vecinos que el era buenísimo en muchos temas inclusive se dice que tiene doctorados (más de 1) nadie sabe en que momento se volvió loco, actualmente vive en una casa de campaña afuera de una iglesia. Una especie de casco metálico hecho por el mismo le cubre sus canas y su único oficio es dibujar símbolos completamente desconocidos con un gis en la calle, de primera mano yo se que no esta loco, porque a cambio de un paste y un refresquito el hizo todas mis tareas de la preparatoria, jajajajaj no es necesario llevarle formulario ni mucho menos, actualmente lo voy a ver de vez en cuando para que haga mi tarea de la universidad, o para echar la platicada.
yo tambien he conocido un par de colapsos nerviosos por gente que estudia demasiado y plop, su mente se deschaveta y terminan en psiquiatricos o con terapeutas.
no entiendo la frase que dices «En realidad las palabras no tienen mucho sentido.» si te refieres al texto anterior tiene mucho sentido y habla de su inmensa frustración, en fin, debió ser muy doloroso para él, no lo puedo imaginar, si nosotros cuando perdemos algo, las llaves, el celular o así, sentimos feo imaginar perder el trabajo de años, el mas importante, del que no hay otro igual en el mundo y probablemente no puedas volver a repetirlo, debe ser extremadamente horrible 🙁
Pienso que ya estaba latente el problema en su interior, solo necesitaba el detonante y perder su tesis lo fue, muchas veces la genialidad tambien es reflejo de problemas internos o mentales, ¡excelente post!
mier…que triste, si hoy por hoy perdemos nuestra investigación por lo menos puede recuperarse o volverse hacer siguiendo las páginas y libros consultados…..pero en esa época asu que díficil….por eso en el auto amarrado al brazo derecho los documentos.
Conocí un caso similar en Acapulco, si bien no se trató de represión política o algo por el estilo, se debió al «exceso» de estudiar (quizá suene estúpido), pero es un caso real una vecina quedó en el camino: no dormía sólo estudiaba y estudiaba, según me cuentan -porque yo era un niño- era la mejor en la universidad privada en la cual asistía, sin más un día amaneció diciendo incoherencias y caminando desnuda por su casa. Nunca terminó su carrera y hace un par de años casi mata a un camarada con una pistola. Ocasionalmente se detiene y te dice frases o recita algo sobre sus libros. Mi abuela aún me regaña cuando me ve con un libro en la mano, ja ja ja. Por cierto que en mi adolescencia leí a escondidas Fahrenheit 451, por que según mi abue iba a quedar loco como la vecina….
Excelente libro, por cierto.