El dichoso despertador goza de una condición dual: es uno de los inventos más molestos de la humanidad y al mismo tiempo de los más útiles. No conozco a una sola persona que sienta alegría cuando su despertador suena por las mañanas. La mayoría aplica la de “cinco minutos más” y termina presionando el botón de “snooze”. Incluso con el sonido del despertador al máximo, algunos tienen problemas para despertar. Y cuando finalmente adquieren fuerzas para hacerlo, ya van con media hora de retraso.
El cerebro humano promedio pesa alrededor de 1400 gramos y mide 14 cm de largo por 13 cm de ancho. Es un órgano pequeño, pero tan increíblemente complejo que oculta los mayores misterios de nuestra especie. Se sabe que el cerebro nunca deja de funcionar, ni siquiera cuando dormimos. Gracias a este órgano los latidos de nuestro corazón y la respiración siguen su marcha. De hecho, mientras dormimos clasifica la memoria quedándose con aquello realmente importante y desechando el resto.
¿Sueles ir a dormir entre las 10 y 11 de la noche? De acuerdo con un estudio publicado por la Sociedad Europea de Cardiología (ESC), acostarse a dormir en ese horario promueve una mejor salud cardíaca. Esto gracias a una sincronización entre nuestro reloj biológico y el sueño. Pues una mala regulación del ritmo circadiano incrementa de forma considerable la probabilidad de desarrollar enfermedades cardiovasculares.
Despertar de un coma debe ser una de las experiencias más extrañas en la vida. Muchos creemos, gracias a la televisión, que los pacientes despiertan y empiezan a hacer cosas o que simplemente pierden la memoria. Bueno, según los relatos de personas que pasaron por esta experiencia, despertar de un estado comatoso es algo intermedio entre esas dos situaciones. En Reddit, algunos internautas compartieron anécdotas interesantes sobre el tema. Aparentemente la parte más difícil de un coma no es perder un fragmento de vida, sino recuperarse de la experiencia.
Dormir 6 horas al día, como mínimo, es la recomendación de los especialistas para mantener una buena salud física y mental. ¿Pero, qué sucede a nuestro cuerpo cuando ignoramos esta recomendación médica? Estas y otras preguntas se responden en un estudio sobre la pérdida de sueño consecutiva y sus efectos sobre el bienestar.
Tomar café ayuda a mantenerte despierto, pero no mejora la ejecución de tareas cognitivas que requieren concentración. Es lo que concluyó un grupo de investigadores tras un estudio en el que participaron 276 voluntarios. El experimento comparó la capacidad de ejecutar tareas de diversa dificultad en el momento que los voluntarios estaban despiertos y, posteriormente, tras una noche entera de desvelo en el laboratorio.
