“¡Yo soy el verdadero!”, me gritó el hombre que podría ser Matías. “¡No, yo soy el verdadero! El hombre al que juraste fidelidad frente al altar”, exclamó el otro que también podría ser Matías. Los observé con detenimiento mientras les apuntaba con la escopeta. En el mundo entero no se hablaba sobre otra cosa que no fuera la aparición de estos dobles, aunque nunca creímos que nos pasaría a nosotros.
El caso de Natalia Grace se suma a una exclusiva lista de adultos haciéndose pasar por niños para que los adopten. Una pareja estadounidense se llevó la sorpresa de su vida tras adoptar a una mujer que se hacía pasar por una menor. La protagonista de esta historia es Natalia Grace, que al momento de la adopción se hizo pasar por una niña de 6 años de edad cuando realmente tenía 19. Tres años después, la pareja conformada por Kristine y Michael Barnett descubrió que su pequeña hija adoptiva era en realidad una mujer adulta.
Ocasionalmente encontramos cosas que parecen demasiado extrañas para ser verdad. Es un hecho que las situaciones inusuales abundan en nuestro mundo, cosas que entre más examinas, más aterradoras se vuelven. Las imágenes presentadas a continuación provienen de objetos y criaturas cotidianas que evolucionaron en extrañas entidades como resultado de las circunstancias. Parecen sacadas directamente del mundo de la fantasía y el terror.
Irónicamente, lo peor del “apocalipsis zombi” no eran los zombis en sí. El problema es que eran demasiado lentos, tanto que hasta un niño gateando andaba más rápido que estos muertos vivientes. Aunque pensándolo bien, la peor parte eran todos esos locos aferrados a la idea de que este era el fin del mundo. Sin el más mínimo remordimiento de conciencia, mataban a cualquiera que consideraban infectado. Millones de personas completamente sanas murieron en manos de estos imbéciles.
“A la persona que localizó este mensaje: es SUMAMENTE IMPORTANTE que entregue esta carta al oficial al mando.
Soy el capitán de este velero que, supuestamente, han recuperado. Si estás leyendo esta carta significa que yo, junto con mi tripulación, perecimos.
Durante mi tiempo como soldado en la ciudad de Puebla, me enviaron a realizar una guardia a una casa abandonada dentro de las instalaciones militares. Era de noche, pero iba acompañado de otro elemento. La casa estaba muy alejada de las otras instalaciones, lo que la hacía un blanco fácil para posibles amenazas. Nos encomendaron cubrir dos turnos de cuatro horas cada uno. Entonces, decidimos que mi compañero haría la primera guardia mientras yo descansaba.
