Las personas se hacen minúsculas cuando se pierden entre la magnificencia de la naturaleza. No importa los desafíos que enfrentemos en la vida cotidiana o lo significativa que pueda llegar a ser nuestra existencia, sabemos sobremanera que somos insignificantes cuando nos enfrentamos a bosques gigantescos, montañas inexploradas, océanos furiosos y desiertos para los que no alcanza la vista. En estos lugares queda de manifiesto el diminuto lugar que ocupamos como seres individuales en la naturaleza.
Imagen: Lizzy Gadd