El kimchi es un platillo picante hecho a base de vegetales fermentados. Resulta tan icónico para los coreanos que se volvió motivo de una riña cultural con los chinos. El Ministerio de Cultura, Deporte y Turismo de Corea del Sur, divulgó un comunicado donde ordenaba alteraciones a las directrices oficiales del “idioma extranjero apropiado” para referir ciertos alimentos nacionales. En ese instante desataron una batalla culinaria.
Unos dicen que el amor entra por los ojos, y otros que por el estómago. Tratándose de comida, el mayor placer se encuentra en degustar un sabor exquisito con el paladar. Sin embargo, a esa experiencia placentera también aporta el olfato e incluso la vista. Un platillo bien ensamblado y visualmente atractivo contribuye en gran parte a la experiencia de degustar alimentos.
Más del 17% de toda la comida producida en 2019 terminó en el basurero. Es lo que advierte un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) publicado la semana pasada. En cifras específicas, estimaron que más de 930 millones de toneladas de alimentos terminaron descartados por hogares, restaurantes y cadenas minoristas.
Los perros formaron un vínculo tan importante con los humanos que, además de mascotas, nos asisten en numerosas actividades. Por ejemplo, para una persona ciega existen perros guía, y están aquellos empleados como método de terapia para determinada enfermedad. Mejor ni hablar de los entrañables perros rescatistas, como Frida, una perra de la Armada de México que se convirtió en una heroína nacional por su servicio en el sismo de 2017.
Para morir solo hace falta estar vivo. Aparentemente esta frase carece de sentido, pero es un claro recordatorio de que nuestra existencia podría terminar en cualquier momento. ¿Has escuchado la máxima de que “la diferencia entre el antídoto y el veneno es la dosis”? Parece una exageración, pero artículos comunes de la vida cotidiana representan un grave peligro cuando dejamos el sentido común y la moderación de lado.
Ya te habrás dado cuenta que los seres humanos desarrollamos una predilección (casi adicción) por la comida picante. La comida mexicana no es la única que venera el chile, otras culturas alrededor del mundo también disfrutan comiendo picante. Indios, coreanos, japoneses y peruanos son algunos pueblos donde el picor es necesario para el paladar. Por supuesto, expulsar esta clase de alimentos no es tan placentero como ingerirlos, pero los amantes de la comida picante aparentemente no tienen remordimiento.
