Lucy Letby, una enfermera pediátrica ha sido declarada culpable de asesinar a siete bebés e intentar matar a otros seis. Este sombrío capítulo quedará marcado en la historia del Reino Unido, pues la mujer se convirtió en la mayor asesina en serie de niños de la historia contemporánea. El veredicto de la justicia inglesa propició cuestiones apremiantes sobre cómo ocurrieron tales atrocidades y si pudieron prevenirse.
A la enfermera de 33 años se le declaró culpable por los “asesinatos persistentes, calculados y fríos” de cinco niños prematuros y dos niñas recién nacidas. Esto mientras Lucy Letby desempeñaba labores de enfermera en el área de maternidad del hospital Countess of Chester, en el noroeste de Inglaterra. La comunidad está impactada por los detalles de estos crímenes.
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Especialmente después de múltiples testimonios que apuntan a que los bebés pudieron salvarse si los directivos del hospital hubieran tomado cartas en el asunto sobre las preocupaciones vinculadas a la enfermera. Las implicaciones del caso llevaron a la apertura de investigaciones independientes para determinar cómo Letby perpetró tales atrocidades sin que nadie lo notara.
Un denunciante interno reveló que expuso sus preocupaciones sobre la enfermera mucho antes de los asesinatos, lo que posiblemente habría evitado estas tragedias. Se trata del Dr. Ravi Jayaram, quien inicialmente advirtió a los directivos del hospital sobre el inusual comportamiento de Lucy Letby. Jayaram está convencido de que la administración del hospital incurrió en “negligencia” al no involucrar a las autoridades antes.
Lucy Letby, la asesina serial de bebés.
Entre junio de 2015 y junio de 2016, Lucy Letby se ensañó con bebés extremadamente vulnerables. Atacándolos poco después de que los padres o enfermeras se hubieran retirado. Increíblemente, la denuncia ante la policía no se hizo sino hasta 2017, y el arresto de la enfermera tuvo lugar en 2018. Entre las víctimas de Letby se encuentran dos hermanos trillizos idénticos, asesinados en el espacio de un día.
También un recién nacido que pesaba menos de un kilogramo, al que le inyectó aire. Sin embargo, el caso más espeluznante es el de una niña prematura al que privó de la vida luego de cuatro intentos. Los padres de las víctimas estaban tan conmocionados como incrédulos cuando se emitió el veredicto en el Tribunal de la Corona de Manchester. Este juicio ha sido uno de los más extensos de las últimas décadas.
La investigación del caso.
Aunque los padres de las víctimas sienten que se hizo justicia con el veredicto, confesaron que ninguna condena puede aliviar el dolor profundo y duradero que experimentan desde que la enfermera les arruinó la vida. La expectativa general es que Letby reciba una condena a cadena perpetua, convirtiéndose en una de las pocas mujeres en el Reino Unido condenada a estar en prisión de por vida.
Por otro lado, la policía tiene fundadas sospechas de que Lucy Letby pudo causar daño a más bebés a lo largo de su carrera de seis años como enfermera pediátrica. Por eso, abrieron una línea telefónica para que los padres puedan informar sobre posibles incidentes y colaborar con la investigación. Los investigadores están revisando con lupa los registros de más de cuatro mil bebés nacidos en el Hospital Liverpool Women’s y el Countess of Chester, los dos hospitales donde Letby trabajó entre 2010 y 2016. La revisión busca determinar si existen más víctimas que perecieron en manos de esta asesina.
Asesina fría y despiadada.
Una madre alega que Letby agredió a su hijo recién nacido poco después de que ella informara sobre un comentario “inapropiado” hecho por la enfermera. Lynsey Artell, quien también era enfermera en el Countess of Chester en esa época, relató que Letby escuchó una conversación sobre el progreso del hijo de Artell, a lo que respondió: “no me gusta que los padres se hagan falsas esperanzas, pues nunca sabemos qué podría suceder en esta etapa”.
Artell presentó una queja sobre el comentario y, poco después, la salud de su hijo empeoró sin motivo aparente. De hecho, los síntomas encajaban con los descritos en los casos de envenenamiento por insulina por los que Letby se declaró culpable. Pascale Jones, la fiscal del Servicio de Fiscalía de la Corona, condenó enérgicamente las acciones de Letby como una “traición total” a la confianza depositada en ella.
Jones afirmó que Letby había “distorsionado su capacitación y convertido sus habilidades en instrumentos de daño, dolor y muerte”. La enfermera se negó a volver a la sala para escuchar los veredictos finales. Sin embargo, antes de eso los sentimientos se desbordaron: Letby inclinó su cabeza y sollozó, mientras su madre, Susan, lloraba en voz alta, clamando que algo debía estar mal.
Los crímenes perpetrados por Lucy Letby.
Los detalles espeluznantes salieron a la luz durante el juicio. Letby, según se afirma, asesinó a los recién nacidos inyectando aire en sus diminutos cuerpos. También les quitó la vida rompiéndoles el diafragma y, en una ocasión, empujando un tubo por la garganta de un bebé. Además, intentó asesinar a dos bebés inyectándoles insulina.
Nicola Evans, inspectora en jefe de la Policía de Cheshire, describió a Letby como una asesina calculadora y desalmada que traicionó la confianza depositada en ella. “Lucy Letby operaba a plena vista”, afirmó Evans, señalando cómo abusó de la confianza tanto de los padres que confiaron en ella como de las enfermeras con las que trabajaba.
Mujer sin corazón.
Uno de los bebés, no más grande que una mano adulta y con un peso de apenas 535 gramos al nacer, luchaba por sobrevivir con una probabilidad del 5%. Esto no tentó el corazón de Letby, que buscó arrebatarle la vida dos veces. La primera, unas horas después de que la familia celebrara su centésimo día de vida con un pastel. Y la segunda dos semanas después de que cumplió un año de nacida. Sin embargo, Letby fue absuelta de un tercer intento de asesinato en su contra.
La niña, conocida como Child G, fue diagnosticada con parálisis cerebral cuadripléjica tras los ataques. Y a sus ocho años, su existencia se limita a no poder comer por la boca, necesitando cuidados constantes en su día a día. El impacto de los veredictos resonó en todos los presentes. Los padres de las víctimas estallaron en llanto cuando leyeron las condenas en una sala de tribunal donde reinaba el silencio.
Uno de los bebés asesinados tenía apenas 24 horas de nacido cuando Lucy Letby, en un acto incomprensible, le inyectó aire. Quitándole la vida tan solo 90 minutos después de haber comenzado su turno. Al día siguiente, atacó a la hermana gemela de la primera víctima. Por razones legales, tanto las víctimas como sus familias se mantienen en el anonimato.
El juicio a Lucy Letby.
Pese a todas las acusaciones y evidencias, Letby negó constantemente cualquier responsabilidad en los crímenes. Afirmando ante el jurado que las alegaciones la dejaron “devastada”. En sus propias palabras, “Siempre me esforcé al máximo para cuidar de ellos. Estoy aquí para ayudar y brindar cuidado, no para causar daño”. Mientras repartían pañuelos para secar las lágrimas, los familiares de las demás víctimas encontraban cierto consuelo en los brazos unos de otros.
En total, el juicio se extendió durante diez meses, y los veredictos se revelaron a lo largo de varios días. La espera solo terminó tras más de cien horas de deliberación por parte del jurado, que se reunió durante más de un mes. Los padres de las víctimas compartieron las inusuales experiencias de los últimos instantes con sus hijos fallecidos. Por ejemplo, una madre recordó que Letby le “sonrió” y se ofreció a tomar fotografías mientras bañaban a su hija. Posteriormente, le envió una tarjeta de condolencias a la familia y tomó una fotografía de la misma con su teléfono.
Durante el juicio, otro de los padres afectados señaló el testimonio proporcionado por una enfermera. Esta mujer sospechaba que Letby impidió que el hombre pasara los últimos momentos con su hijo al colocarlo en una cesta de ventilación destinada a bebés fallecidos. A pesar de que el pequeño todavía respiraba. Supuestamente, la enfermera les dijo a los afligidos padres: “Ya le dijeron adiós. ¿Quieren que lo ponga aquí?”.
Veredicto final.
En última instancia, Lucy Letby fue declarada culpable de siete cargos de asesinato y siete cargos de intento de homicidio. El caso Letby deja una estela de confusión y conmoción. Las familias de las víctimas experimentaron un torrente de emociones ante los resultados dispares. Janet Moore, portavoz de la Policía de Cheshire, expresó en nombre de las familias: “Algunas familias no obtuvieron el veredicto que esperaban, por lo que el resultado es agridulce. Estamos devastados, enfadados y sentimos un profundo dolor. Quizás nunca lleguemos a comprender completamente por qué esto sucedió”.
En Reino Unido el homicidio intrauterino no es penado hasta los 6 meses. Los métodos que los asesinos seriales utilizan para matar a un ser humano no nato son diversos y muy variados, van desde envenenamiento, asfixia, y desmembramiento cuando el bebé está vivo y completamente sintiente.
El infanticidio abarca desde el momento de la concepción hasta los 12 años. Todos los «médicos» que realizan abortos inducidos cuando el bebé está sano son filicidas.
Las madres que se realizan abortos en cualquier etapa del embarazo son felicidas.
Merece pena de muerte.