Hace casi tres décadas, en 1992, la astrofísica contemporánea confirmaba la existencia del primer planeta orbitando una estrella distinta al Sol, y desde entonces la cantidad de planetas conocidos no ha hecho más que aumentar, integrando un catálogo que casi alcanza los 4,000 objetos de esta clase. Sin lugar a dudas, el estudio de los exoplanetas se ha convertido en una de las áreas más prometedoras de esta disciplina científica, aunque lo mejor está por venir.
Y es que con las implementaciones de los nuevos súper telescopios, la tendencia es que se confirme la existencia en estos mundos, dejando de figurar como simples esferas en el espacio para convertirse en planetas complejos a medida que se profundice en sus características. Uno de estos proyectos es la misión TESS, una sonda que ha empezado a entregar los primeros resultados, y al cabo de dos años estaría identificando alrededor de 10,000 exoplanetas, según las expectativas.
Satélite de Sondeo de Exoplanetas en Tránsito.
Lanzada el pasado mes de abril, la sonda TESS (Satélite de Sondeo de Exoplanetas en Tránsito) tiene un papel protagónico en la próxima revolución astrofísica. El dispositivo viene a relevar al telescopio espacial Kepler, retirado por la NASA en octubre del año pasado tras mantenerse casi diez años escudriñando el espacio exterior con resultados muy positivos: en total, el Kepler llegó a descubrir más de 2,000 exoplanetas. Ese número fácilmente podría duplicarse si todos los candidatos propuestos por el telescopio llegan a ser confirmados. Ahora, la sonda TESS tiene la misión de catalogar (en un par de años) 10,000 mundos más allá del Sistema Solar.
Esta nueva información es de vital importancia para la comunidad astronómica, y es que mediante un descubrimiento masivo de estos objetos celestes, los expertos tendrán la posibilidad de mejorar la dinámica de los sistemas planetarios, afinar los modelos teóricos sobre la formación de planetas y realizar toda clase de observaciones complementarias. Sin embargo, los mayores beneficios podrán observarse en la ciencia planetaria a medida que telescopios de gran porte, como el ELT o James Webb, vayan revelando características detalladas de la superficie y atmósfera de los planetas mientras avanza la década del 2020.
Un nuevo exoplaneta.
La NASA acaba de publicar la prueba de que la misión TESS va por buen camino rumbo al hito antes mencionado: el anuncio del tercer planeta confirmado por la sonda. Nombrado HD 21749b, se trata de un mundo con un tamaño que triplica al de la Tierra y tiene veintitrés veces su masa, completando una órbita cada 36 días en torno a su estrella madre, situada en la constelación Reticulum, a unos 53 años luz de aquí. Se estima que la temperatura en la superficie de este planeta alcanza los 150 °C.
“La densidad de este planeta es superior a la de Neptuno, aunque no es rocoso. Quizá se trate de un planeta de agua o con alguna otra clase de atmosfera sustancial”, dice Diana Dragomir, investigadora del MIT y una de las principales figuras en la misión TESS.
Los otros dos planetas confirmados por la TESS hasta la fecha son el LHS 3884b, un planeta rocoso con 1.3 veces el tamaño de la Tierra ubicado a 49 años luz de distancia y cuyo periodo orbital es de 11 horas. Es un planeta muy peculiar pues está muy próximo a su estrella madre, lo que hace sospechar a los científicos de que la superficie está poblada por piscinas de lava donde siempre “brilla el Sol”. El otro es el HD 39091 c, un planeta que dobla en tamaño al nuestro, completa una órbita cada seis días en torno a una estrella que se ubica a 60 años luz de distancia.
Avances de la misión.
Toda esta información se sabe gracias a los datos recolectados durante los primeros noventa días de la misión, que inició en julio de 2018. La dinámica de la sonda TESS es escudriñar una sola región del espacio un mes a través de las cuatro cámaras equipadas, de forma que entre las millones de imágenes que obtiene busca pequeñas variaciones en las estrellas, una señal de que, posiblemente, algún planeta se haya atravesado opacando momentáneamente su brillo. De paso, multitud de astrónomos alrededor del mundo tienen la posibilidad de documentar fenómenos transitorios, como asteroides, cometas e incluso supernovas.
Estos últimos eventos estelares fueron detectados en galaxias distantes cuando la sonda TESS monitoreó su primer sector entre julio y agosto de 2018. Hasta ahora, únicamente los dos primeros lotes de información recolectados por la TESS fueron publicados por la NASA para su análisis entre la comunidad científica. Para 2020, se espera que el acervo de datos revele más de 300 millones de estrellas y galaxias, miles de exoplanetas, supernovas y fenómenos fuera de las galaxias.
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SI TIENEN PUBG MOBILE, MI NOMBRE ES
MORTYFEER (todo mayuscula)