En 2022, un grupo de pescadores en San Diego, California, atestiguó un fenómeno inunsual. Dos tiburones boca de ancha (Megachasma pelagios) nadando libremente en el océano. Eran aproximadamente las 11:30 a.m. del 11 de septiembre cuando se produjo el inusual avistamiento.
Es muy raro observar a los tiburones boca ancha en su hábitat natural. De hecho, desde su descubrimiento en 1976, sólo se tienen 273 registros de los mismos, la mayoría en condiciones de pesca. Por eso es que observarlos nadando libremente en las aguas de San Diego es algo tan excepcional.
Los tiburones de boca ancha son animales filtradores que emplean sus enormes bocas para tamizar su alimento. Un adulto de esta especie puede alcanzar los 5.5 metros de longitud y llegar pesar más de una tonelada.
El análisis científico del video.
Tras conocer la existencia de las imágenes, un equipo de investigación de la Universidad de San Diego analizó la evidencia y publicó sus hallazgos en el periódico Environmental Biology of Fishes. Particularmente, se enfocaron en analizar los comportamientos sociales de diversas especies de tiburones filtradores, incluyendo al tiburón elefante (Cetorhinus maximus) y al tiburón ballena (Rhincodon typus).
Además, los investigadores buscaron comprender la razón por la cual los tiburones boca ancha estaban nadando en pareja. En el video se observa al tiburón más pequeño persiguiendo a la embarcación y manteniéndose sumergido, mientras que el más grande emerge a la superficie.
Tras una detallada evaluación del video, los investigadores notaron la aparición del pterigopodio, órganos sexuales masculinos visibles, lo que sugiere que el tiburón más pequeño era un macho. Entonces, los autores determinaron que el animal más grande probablemente era una hembra. Esta suposición se apoyó en la ausencia del pterigopodio y en cicatrices similares a las encontradas en tiburones hembras después del apareamiento.
Entonces, es plausible que los tiburones avistados se movieran con fines reproductivos. Carl Meyer, investigador asociado del Shark Research Lab en el Instituto de Biología Marina de Hawái, que no estuvo involucrado en el estudio, señaló que “el comportamiento social de los tiburones de boca ancha es una especie de caja negra para los científicos. Y observaciones así resultan emocionantes, generando muchas preguntas y teorías que pueden estudiarse con mayor detalle”.