Resulta que los gatos poseen 276 expresiones faciales para interactuar. Parecerá poco, pero el rostro de estos felinos tiene un repertorio de opciones mucho más amplio que el humano. En una inmersión al fascinante mundo de la comunicación entre gatos, las investigadoras Lauren Scott y Brittany Florkiewicz obtuvieron nueva información sobre la complejidad de sus interacciones.
Comenzando en agosto de 2021 y extendiéndose hasta junio de 2022, estas expertas dedicaron más de 150 horas al estudio de los gatos en el CatCafé Lounge de Los Ángeles. Un establecimiento que fusiona una organización de adopción y una cafetería. En este lugar, numerosos gatos rescatados interactúan libremente con los clientes o, si prefieren, se refugian en rincones privados. Los clientes pueden pasar el tiempo con los gatos y, si surgen sentimientos profundos, incluso pueden adoptar uno.
La misión de Scott y Florkiewicz era observar a los gatos para descubrir su impresionante gama de expresiones faciales. Y es que, anteriormente, las investigaciones se enfocaron exclusivamente en la interacción entre gatos y humanos. Principalmente, por que la habilidad de los gatos para comunicarse con los humanos figura entre las principales razones de su domesticación. Además, las expresiones de dolor tienen mucha relevancia en la disciplina veterinaria.
Sin embargo, Lauren y Brittany estaban más interesadas en cómo los gatos se comunican entre ellos a través de sus rostros.
Los gatos son extremadamente expresivos.
Tras incontables horas de filmación, observación y análisis, llegaron a una conclusión sorprendente: los gatos son extremadamente expresivos. De hecho, los 53 gatos que observaron demostraron 276 expresiones faciales distintas entre ellos. Estas expresiones se diferenciaban entre sí morfológicamente. Es decir, implicaban mover los mismos músculos para lograr una configuración similar.
El número de expresiones en los gatos sobrepasa por mucho las 44 expresiones faciales que se sabe poseen los humanos. Además, las investigadoras se aseguraron de excluir cualquier expresión no comunicativa, como masticar, bostezar o respirar. La meticulosidad del estudio se reflejó también en los resultados, que consideraron parámetros como los labios del gato, la dilatación de las pupilas, la posición de los párpados y los bigotes. Incluso evaluaron el grado de contracción en los músculos de las orejas.
El desglose de las expresiones también arrojó insights interesantes. Por ejemplo, encontraron que 45% de las expresiones eran amigables, el 37% agresivas, y el 18% restante no encajaba en ninguna de estas categorías. El hallazgo de Scott y Florkiewicz marca una nueva etapa en nuestra comprensión de la comunicación felina. El próximo desafío es descifrar el significado específico de cada una de estas 276 expresiones.
Para hacerlo, necesitaremos muchas más horas de observación minuciosa de estos adorables y complicados animales. Seguramente, muchos amantes de los gatos estarían dispuestos a “sacrificarse” en nombre de la ciencia.