El mes pasado, la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología (NTNU) divulgó un modelo 3D a escala real de una anciana que vivió hace 800 años. Actualmente en exhibición en el museo de la institución, en este proyecto se mezcló arte, ciencia e historia. La presentación se hizo a través de un video conducido por la arqueóloga Ellen Grav, de la NTNU. Las imágenes revelan la anatomía de una mujer que nació en Trondheim, una ciudad en el centro de Noruega, a finales del siglo XIII.
Bautizada como Tora, el trabajo coordinado de un equipo de diseñadores y científicos permitió traerla de “vuelta a la vida”. Esta reconstrucción esculpida a escala real se basó en el esqueleto de Tora, descubierto en la década de 1970 durante unas excavaciones en Trondheim. “Pasamos mucho tiempo pensando en cómo retratarla. Echamos mano de información que ya conocíamos y adivinamos el resto”, explica Grav en un comunicado.
Tora: la abuela medieval de Noruega.
Tora nació y vivió en Trondheim a finales del siglo XIII. De acuerdo con información divulgada por el museo, por esa época la ciudad se desarrolló velozmente y alcanzó su auge durante la Edad Media. Además, se sabe que la habitaron muchos artesanos y comerciantes. Usando como referencia el sitio donde la sepultaron, los especialistas sospechan que Tora perteneció a una familia dedicada al comercio.
Siguiendo las pistas localizadas en el lugar donde estaba el esqueleto, los científicos reconstruyeron su historia. Según el registro óseo, Tora era una mujer de baja estatura: 1.55 m. Además, padecía osteoartritis, problemas en las caderas, costillas y perdió varios dientes a lo largo de su vida.
También determinaron que la mujer superaba los 65 años de edad al momento de su muerte. Una edad inusual para una época donde la esperanza de vida apenas llegaba a los 55 años. “Que envejeciera tanto es un indicio de que tuvo una buena alimentación durante la infancia y el resto de su vida. Una señal de que la mujer tenía dinero”, explica la arqueóloga.
El modelo en 3D de la abuela medieval.
En la reconstrucción anatómica de Tora, Grav colaboró con Thomas Foldberg, un maquillador de efectos especiales de la industria cinematográfica. Y el objetivo de recurrir a este artista era producir un modelo 3D lo más realista posible. Grav explica que Foldberg hizo la reconstrucción basada únicamente en el esqueleto de la anciana.
Este aspecto es importante, pues en muchas reconstrucciones faciales de este tipo se utilizan diversas técnicas de imagen, como la tomografía computarizada o los rayos x. La imitación de la piel se logró con un silicón especial y las manchas sobre la misma se hicieron a mano. “Cada hebra de cabello en las pestañas, pelo y vellos faciales se colocó una a una. Es una obra artística realmente increíble”, dice la arqueóloga.
La vestimenta de Tora estuvo a cargo de Marianne Vedele, docente del Departamento de Arqueología en la Universidad de Oslo. Su vestido se inspiró en los hallazgos de la época en que existió la mujer, una adecuada reconstitución de la moda medieval. Todo este trabajo se extendió durante aproximadamente un año.
Según Grav, eligieron un rostro afable para crear una conexión entre el humano medieval y el público moderno. “Las personas suelen creer que el Medioevo fue una época oscura y triste, pero también existía alegría y felicidad, las personas amaban y algunas incluso vivían durante muchos años”, explica.
Finalmente, la arqueóloga sabe que el museo podría recibir muchas críticas dado que no se conoce con total certeza el origen de Tora. Sin embargo, argumenta que existe cierta belleza en adivinar, imaginar y dejarse fascinar por esta representación.