Se cree que la historia de domesticación de gatos inició hace unos 10 mil años, cuando el estilo de vida de cazadores-recolectores ya no representaba la única forma de subsistencia. El proceso de sedentarización de nuestra especie arrancó con el descubrimiento de la agricultura. Con la posibilidad de cultivar nuestros alimentos, resultó innecesario vagar en busca de comida. Esto propició el surgimiento de las primeras civilizaciones, centros urbanos y todo aquello que nos convirtió en lo que somos.
La historia de domesticación de los gatos.
Al abandonar nuestro estilo de vida nómada, una de las especies más beneficiadas fueron los gatos. A decir verdad, el vínculo que surgió entre humanos y felinos trajo beneficios para ambos. Los gatos aprovecharon el aumento en las poblaciones de roedores que proliferaron por las nuevas ciudades. Mientras tanto, los humanos se beneficiaban del control de estas plagas.
Según un nuevo estudio de la Universidad de Missouri, en los Estados Unidos, es precisamente esta revolución en el estilo de vida humano la que impulsó la domesticación de gatos alrededor del mundo. Esta hipótesis surgió desde hace décadas y, para comprobarla, los investigadores recolectaron y analizaron muestras de ADN de gatos en la región del Creciente Fértil, que abarca áreas irrigadas por los ríos Tigris, Éufrates Nilo y Jordán.
Además, también recolectaron material genético de los felinos en diversas partes de África, Europa y Asia. De los más de doscientos marcadores genéticos comparados, dos resultaban especialmente relevantes para la investigación. La característica principal de uno de estos son las rápidas mutaciones que pueden alertar sobre el desarrollo reciente en las poblaciones de gatos.
Mientras que el otro proporciona pistas sobre la historia y evolución de la especie desde hace milenios. A partir de estos dos elementos, los científicos ordenaron la maraña que representa la historia evolutiva de los gatos.
Análisis al ADN de los gatos.
Este análisis genético reveló que, muy probable, los primeros gatos se domesticaron en el Creciente Fértil. A partir de ahí, la especie se diseminó junto con los humanos por todo el planeta. De hecho, la información sugiere que aquellos gatos que habitan en regiones que alguna vez fueron colonias tienen cercanía con los felinos de Europa Occidental. Y como no hablamos de una especie migratoria, esto solo puede explicarse a través de la colonización.
“Conforme los europeos extendieron los límites de la exploración marítima para conquistar nuevas tierras, los gatos viajaron en buques mercantes donde protegían los alimentos y mercancías de los roedores”, explican los investigadores. “La exploración y colonización del imperialismo promovió la migración de gatos”.
En el transcurso de las generaciones, conforme los genes se transmitían de los gatos adultos a los bebés, la composición genética de los gatos de Europa Occidental cambió. Por ejemplo, actualmente estos animales son muy distintos a los que se encuentran en el sudeste asiático. En el argot genetista, a esto se le conoce como aislamiento por distancia.
Los gatos son animales «semi-domesticados».
Actualmente, los gatos son mascotas muy queridas y carismáticas. Y a pesar de que igualan en popularidad a los perros, los orígenes de los gatos domésticos no han sido tan estudiados. Según Leslie A. Lyons, una de las autoras del estudio, los humanos no alteramos demasiado el comportamiento de los gatos durante esta domesticación.
Cosa muy distinta a lo que sucedió con los perros. “En realidad, podemos referir a los gatos como animales semi-domesticados, pues al quedarse solos en la naturaleza aún serían capaces de cazar, sobrevivir y reproducirse a causa de su comportamiento natural. Una vez más, lo gatos se muestran como animales especiales”.