Algunos seres tienen la capacidad de superar el proceso natural de la muerte. Los animales biológicamente inmortales son capaces de vivir indefinidamente. Por supuesto, a menos que su existencia sea interrumpida por un depredador, enfermedades o cambios drásticos en su hábitat. Resultan de mucho interés para los científicos, pues podrían albergar el secreto para que los humanos alcancen la inmortalidad. O, como mínimo, pausar el proceso de envejecimiento.
La única certeza que tenemos los humanos es la muerte. Quizá, por eso nos intriga tanto esta consecuencia natural de la vida. En todas las épocas, las mentes más talentosas de la humanidad dedicaron su tiempo a encontrar algo que nos posibilite la vida eterna. Es un procedimiento documentado en la alquimia, los primeros experimentos científicos, toda clase de manifestaciones religiosas y producciones artísticas.
Parece que estamos condenados a encontrarnos con la muerte, pero los animales de esta lista son una luz de esperanza para la ciencia.
La medusa inmortal.
La Turritopsis dohrnii figura entre un selecto grupo de animales biológicamente inmortales. Además de esta especie, en el filo de los cnidarios solo se sabe de la Laodicea undulata y Aurelia sp. La medusa inmortal se descubrió por primera vez en la década de 1880, en aguas del mar Mediterráneo. Se creía que su hábitat se limitaba a esta región.
Pero, eventualmente se localizó en muchos otros lugares del planeta. Principalmente porque viaja en el agua de lastre que despejan los buques. Se trata de un animal pequeño cuya dieta consiste de plancton, pequeños moluscos y huevecillos de peces. El rasgo sorprendente de esta especie es su increíble capacidad para reiniciar su ciclo de vida.
¿Nunca soñaste con volver en el tiempo? Liberarte de todas las responsabilidades que trajo la adultez y dedicarte a disfrutar de la televisión mientras mamá prepara algo para comer. O volver a esa época de la universidad para disfrutar de una buena parranda con los amigos. Sin temor a una cruda infernal a la mañana siguiente.
Transdiferenciación de la medusa inmortal.
Para los humanos es un sueño irrealizable. Pero, para este animal es una realidad. Cuando la medusa inmortal pasa por algún tipo de estrés, simplemente retrocede a una etapa previa del desarrollo. Imagina que una bella mariposa se transforma otra vez en oruga. O que tu vida no resulta lo suficientemente buena y regresas a la adolescencia.
Este proceso biológico se denomina transdiferenciación. Y acontece cuando una célula adulta especializada, completamente formada, se transforma en otro tipo de célula adulta. Y aunque entienden el proceso, la causa de la transdiferenciación es un completo enigma para los científicos.
Cuando una medusa inmortal vuelve a una etapa de vida previa como pólipo, también produce más organismos con su mismo código genético. Básicamente, mientras rejuvenece este animal también se clona.
Animales biológicamente inmortales: la planaria.
La planaria (Planaria torva) es una especie de gusano plano encontrado en Europa que tiene la capacidad de regenerar células madre. Si una planaria se corta en trozos, cada una de esas divisiones puede regenerarse en un individuo completamente independiente. Y básicamente existen dos ttien: aquellas que se reproducen sexualmente y las que lo hacen asexualmente.
Al estudiar esta división, un equipo de investigadores de la Universidad de Nottingham encontró que las planarias que usan reproducción asexual pueden «rejuvenecer» su ADN. En la mayoría de los animales, incluidos humanos, llega el momento en que el ADN supera un límite de división celular y empieza a deteriorarse.
La planaria no tiene ese límite. Esencialmente porque posee cantidades superiores de una enzima que protege a las células del envejecimiento. Así, este peculiar gusano figura entre los animales biológicamente inmortales.
Hidra.
Antonie van Leeuwenhoek, el padre de la microbiología, tenía un interés particular en las hidras. De hecho, desarrolló un microscopio de una sola lente esférica para observar con mayor detalle a estos animales. Eventualmente, el naturalista suizo Abraham Trembley descubrió los «poderes regenerativos» de la hidra.
Al igual que la planaria, puede regenerar partes del cuerpo. El secreto de estos superpoderes se encuentra en las células madre, que tienen capacidad para auto-renovarse indefinidamente. Y, aparentemente, todo el cuerpo de la hidra parece estar compuesto de estas células.
En 2018, científicos de la Universidad de California en Davis, Estados Unidos, propusieron la hipótesis de que la inmortalidad de la hidra proviene de su capacidad para controlar el elemento genético transponible. Esta secuencia de genes puede «saltar» de una parte del genoma a otra, produciendo mutaciones. Es una habilidad sobre la que vamos perdiendo el control a medida que envejecemos.