Los cuentos de viejas se consideran verdades, aunque sus argumentos parten de una falacia o superstición. Para muchos se trata de simples creencias o leyendas urbanas que transmiten las ancianas a una generación más joven. Frecuentemente, los cuentos de viejas son historias no verificadas con detalles exagerados e imprecisos. También suelen abordar preocupaciones inherentes a la vida de las mujeres: salud, matrimonio, embarazo, nutrición, educación, hijos, etc.
Los cuentos de viejas surgieron de la tradición oral de la narración. Generalmente, estas historias emanaban de la mente de mujeres analfabetas para desalentar ciertos comportamientos, principalmente en niños, o divulgar curas populares para diversas enfermedades. Muchas de esas ideas sirvieron como base para crear historias más complejas que buscaban enseñar algún tipo de lección o moraleja. Varios cuentos de los hermanos Grimm nacieron como cuentos de viejas. Échale un vistazo a esta compilación y si tienes alguno, déjalo en los comentarios.
Cuentos de viejas extraños.
No silbes por las noches.
Silbar después de la medianoche, según las creencias de Japón, atrae a los robachicos. Para los coreanos, un silbido en la madrugada provoca que los fantasmas y las serpientes vayan por ti. Los turcos creen que invocan al diablo. Y ya que hablamos del tema, no te recomendamos silbar por la noche en Hawái. En esta región insular se dice que, si silbas a altas horas de la noche, estás invocando a los espíritus de los antiguos guerreros. Mejor no silbes.
Comezón en la mano.
Si sientes comezón en la palma de tu mano derecha, recibirás dinero. Mientras tanto, si la picazón sucede en la mano izquierda ándate con cuidado: deberás pagar una deuda que está por vencer. Y el asunto con los picores puede ser mucho peor. Si te pica la nariz, significa que besarás a una persona «con poco intelecto».
De tres en tres.
La muerte siempre viene de tres en tres. Ten cuidado…
Jamás dejes caer un paraguas.
Todos conocemos la extraña superstición de que, si abrimos un paraguas en el interior, atraeremos la mala suerte. Sin embargo, también existe la creencia de que, si dejas caer un paraguas al suelo, alguien de tu casa será asesinado.
Costura peligrosa.
Si se remienda una camisa mientras se usa, la persona que la lleva puesta debe masticar un trozo de hilo o le suturarán la cabeza en el futuro próximo.
Incluso podrías ser tú.
Si se reúnen 13 personas en un comedor, uno de ellos morirá.
Mejor cerrados.
Si los ojos de un muerto permanecen abiertos, buscará algo o alguien para llevarse al más allá.
Pimienta y amistad.
Se dice que, si derramas un poco de sal, atraes la mala suerte. Pero, si derramas la pimienta tendrás una discusión con tu mejor amigo.
Gato ladrón.
La muerte de cuna puede deberse a que un gato le robó el aliento a un bebé recién nacido.
Averigua con quien te casarás.
En Halloween, si te miras al espejo puedes echar un vistazo a tu futuro. Basta con que te pares frente al espejo a media noche, enciendas una vela, le des un mordisco a una manzana y empieces a cepillarte el cabello. Tu rostro debería adquirir la apariencia que tendrá el hombre con el que te vas a casar. En otras versiones de la historia se dice que esa persona aparece en el reflejo detrás de ti.
Cascara de manzana.
Aunque existe una forma mucho menos complicada de saber con quién te vas a casar. Basta con pelar una manzana en una sola tira y arrojar la cáscara sobre tu hombro izquierdo. La cáscara debería formar las iniciales de tu futuro esposo.
Aguanta la respiración.
Si respiras mientras pasas junto a un cementerio, inhalarás el espíritu de alguien sepultado recientemente en ese lugar.
Plantas roba oxígeno.
No es conveniente tener demasiadas plantas en el dormitorio. Se dice que pueden absorber todo el aire y dejarte sin oxígeno.
Papa y embarazos múltiples.
En el norte de Irlanda, aún permanece la creencia de que comer papa en abundancia incrementa la posibilidad de concebir gemelos.
Prohibidas las hadas.
En Inglaterra se decía que, antes de tirar una cascara de huevo a la basura, debía romperse por completo. Así evitabas que las hadas vinieran a robarte a tu bebé.
Impresionante
En Chile se cuenta que si silvas por la noche llamas al diablo.
Lo de los gatos y los bebés me parece lógico. Los felinos duermen sobre el pecho o muy próximos a la cara de sus dueños (cuando éstos lo permites), lo que podría resultar en una asfixia en un niño pequeño o bebé.
A mí no me dejaban jugar de noche porque, decía mi abuelita, las muñecas cobraban vida.
Falto la que dice aquí en México que la tortilla engorda.
La tortilla no engorda, engorda el que se la coma jsjsjsjs
jajajajajajaja…es correcto..!!