El astrofotógrafo Miguel Claro compartió con el mundo imágenes fascinantes de un fenómeno conocido como tornado de plasma solar. Una composición que requirió de un arduo trabajo tras casi dos horas obteniendo imágenes del astro rey. El extraordinario evento ocurrió en el mes de abril y fue registrado por Claro desde su terraza en Portugal gracias a un telescopio profesional.
La imponente estructura se desarrolló principalmente entre los días 16 y 20 de abril, con un cenit que llegó a los 120 mil kilómetros en el momento de mayor intensidad. Solo para que nos hagamos una idea clara, la altura de ese tornado solar equivaldría aproximadamente a 14 veces el diámetro de la Tierra. Numerosos astrónomos aficionados y expertos en astrofotografía también siguieron este fenómeno con gran interés y capturaron multitud de imágenes.
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Uno de esos observadores era Miguel Claro, quien funge como embajador fotográfico del Observatorio Europeo Austral y miembro destacado de la organización The World At Night. El día 20 de abril, Claro se percató de una anomalía gigantesca en el borde del disco solar. Inmediatamente puso manos a la obra para documentar el extraordinario fenómeno antes de que el Sol desapareciera en el horizonte.
Tras capturar alrededor de 290 imágenes durante una sesión de una hora y 20 minutos, Miguel se dedicó a procesar los datos recopilados. Finalmente, obtuvo un impresionante video en formato time-lapse con una resolución de 4K.
Tornado de plasma solar.
En la última etapa de su desarrollo, el tornado de plasma solar colapsó sobre sí mismo, sucumbiendo entre una intrigante nube de gas magnetizado. Los fenómenos de esta clase surgen de la interacción entre las partículas cargadas del plasma y los campos magnéticos del Sol, mismos que presentan una formación entrelazada donde se producen las imponentes espirales. Como el plasma solar está compuesto por átomos ionizados, esas partículas con carga eléctrica son arrastradas por los filamentos magnéticos. Generando así un tornado solar como el captado por Miguel Claro.
Hablando del Sol, los expertos en clima espacial pronostican aquí en la Tierra la posible ocurrencia de tormentas geomagnéticas menores para el próximo jueves 13. Y es que el pasado lunes se observó una importante eyección de masa coronal. Aunque es imposible determinar con total certeza el alcance de este fenómeno, la NASA cree que nuestro planeta experimentará un encontronazo con las partículas expulsadas. Por otro lado, en la NOAA consideran que estas partículas solares no llegarán a impactarnos.
En caso de que la tormenta finalmente se produzca, no se prevén riesgos significativos para nuestra existencia. Sin embargo, existe la posibilidad de que se manifiesten auroras boreales en el hemisferio norte, un espectáculo natural que sin duda es digno de admiración.