En Canadá, los expertos advierten sobre un temible parásito que infecta humanos a través de los perros. La equinococosis alveolar es una rara enfermedad parasitaria con un patrón de crecimiento similar al cáncer. Generalmente, produce lesiones parecidas a tumores que afectan el hígado. Lo peor es que los casos de infección por tenias se han disparado en la provincia canadiense de Alberta.
Mientras la emergente clase media en China impulsa la adquisición de mascotas, los comerciantes empezaron a hacer de las suyas. Es común que vendan perros “falsificados”: animales mestizos que son teñidos o sometidos a terribles cirugías para hacerlos pasar por perros de raza pura.
Los perros formaron un vínculo tan importante con los humanos que, además de mascotas, nos asisten en numerosas actividades. Por ejemplo, para una persona ciega existen perros guía, y están aquellos empleados como método de terapia para determinada enfermedad. Mejor ni hablar de los entrañables perros rescatistas, como Frida, una perra de la Armada de México que se convirtió en una heroína nacional por su servicio en el sismo de 2017.
Después que su perro empezó a cojear sin motivo aparente, este hombre del Reino Unido lo llevó al veterinario. Tras gastar más de 300 euros en consulta y estudios, se llevó la grata sorpresa de que su mascota estaba completamente sana. Billy, un lurcher color beige, sólo estaba siendo empático con su dueño.
Millones de familias alrededor del mundo vienen sufriendo los estragos causados por la pandemia de Covid-19. Y las mascotas no están exentas. Tal es el caso de “Covito”, un perro callejero que acompañó a su cuidador cuando se internó en un hospital de Nuevo Laredo, Tamaulipas, en México. El hombre ingresó con síntomas del nuevo coronavirus y, desafortunadamente, murió.
Wen Junhong, una mujer china de 68 años de edad, invierte la mayor parte de su tiempo rescatando perros callejeros. Por eso, no es de extrañar que actualmente comparta su vivienda con 1,300 perros, 100 gatos y cuatro caballos. Todo empezó con la adopción de un perro pekinés al que Junhong llamó Wenjing. En esa época la mujer jamás imaginó que se dedicaría a cuidar de tantos animales. Y a pesar de que los mantiene en un espacio limitado, Junhong no piensa dejar de rescatar animales de la calle.
