Singapur es, generalmente, un lugar muy tranquilo, pero un suceso extraño sucedido recientemente está modificando la vida cotidiana de sus habitantes. Todo dio inició cuando alguien descubrió una muñeca abandonada al lado de una calle muy transitada. Si has visto una cantidad suficiente de películas de terror, ya sabrás cuan aterradoras pueden llegar a ser las muñecas.
Maria Rubinke es una artista plástica originaria de Dinamarca. Podría pasar como cualquier otra fabricante de muñecas de porcelana de no ser por que incluyó algunos elementos verdaderamente “diferentes” en sus esculturas.
Esta hermosa mujer transforma inocentes esculturas infantiles de porcelana en un forma de arte completamente extraña y macabra. Según la propia artista, la idea atrás del concepto es crear un remarcado contraste entre las imágenes “angelicales” y las clásicas imágenes de horror sórdido que a menudo son más frecuentes en todas partes.
Mucho tiempo hemos hablado de la muñeca más famosa del mundo como un símbolo universal de “belleza y perfección”, a pesar de sus ‘casi’ imposibles medidas corporales damos por hecho que si Barbie existiera en la vida real sería un verdadero cuero de mujer. Pero para el artista Eddi Aguirre, un trabajo para una revista lo hizo imaginar a Barbie sin uno de sus elementos más importantes: el maquillaje.
Si algún día por casualidad llegaras a entrar a la casa de Stanley Colorite, seguro pensarías que te encuentras en algún museo de Mattel. Y es que este ‘hombre’ de 41 años de edad tiene una impresionante colección de 2,000 muñecas Barbie y 1,000 figuras de Ken que cubren la mayoría de los rincones de su casa.
Esta Barbie anatómica no es el tipo de muñeca que las niñas disfrutarían teniendo entre su colección, a menos que la pequeña en cuestión sea una futura cirujano o una potencial asesina en serie.
“La isla de las Muñecas” es el nombre que se le ha otorgado a un pequeño trozo de tierra situado en Los canales de Cuemanco, en Xochimilco en la Ciudad de México.
La historia de este aterrador y curioso lugar se remonta hasta la década se los setenta, se cuenta que en aquella época un hombre llamado Julián Santana habitaba una chinampa cerca del lago Teshuilo en Xomichilco. Luego de un trágico accidente en el que 3 niñas murieron ahogadas en el lugar, comenzaron a suceder cosas extrañas. Durante la noche Santana comenzó a escuchar ruidos y pasos alrededor de su morada, por lo que decidió poner remedio a la situación.