Lesia Pettijohn y su esposo se dirigían hacia Bay Area Maternity en Pasadena, Estados Unidos, donde un obstetra los esperaba para guiar lo que sería el parto de su tercer hijo. Tras 45 minutos al volante, la fuente de la mujer se rompe y comienza lo improbable.
Cuando se da cuenta que el bebé está por salir, Lesia le pide a su esposo que la ayude a quitarse el cinturón de seguridad y los pantalones. En cuestión de segundos el bebé de 4 kg ya está afuera y en manos de su madre que, literalmente, tomó el asunto en sus manos.