En muchos asesinos, el dicho que reza “cada cabeza es un mundo” no puede estar más correcto. Se trata de seres cuya percepción de la realidad y normas sociales han sido profundamente distorsionadas, ya fuera por condiciones médicas o por el entorno social en que crecieron. Hoy te presentamos seis de las excusas más ridículas con las que los asesinos justificaron sus acciones.
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Jack el Destripador, hipótesis de los tres asesinos
Un investigador privado asegura haber desentrañado el famoso caso de Jack el Destripador. Salir al mundo a afirmar algo de este calibre, asegurando que se ha descubierto la verdadera identidad del legendario asesino, como lo hace Randy Williams, es similar a etiquetarse a uno mismo como el “El pastor mentiroso”.
Sin embargo, eso no ha impedido que el investigador estadounidense haga pública su impactante teoría sobre este este caso: Jack el Destripador en realidad eran tres hombres.
Peter Stumpf, el hombre lobo de Bedburg
Peter Stumpf fue, dependiendo de quien lo cuente, un ser humano extremadamente perturbado que padecía una enfermedad mental no diagnosticada, una víctima de las Guerras de religión en Europa entre protestantes y católicos o un auténtico hombre lobo bajo la influencia del mismo demonio.
Magdalena Solís, la sacerdotisa sangrienta
Es imposible hablar de la cultura azteca y no hacer referencia a una de sus prácticas más polémicas: los sacrificios humanos. Y aunque no se sabe a ciencia cierta cuan a menudo tenían lugar estas ceremonias sangrientas en Mesoamérica, los detalles sobre los macabros rituales son muy nítidos: una víctima era dispuesta sobre una enorme roca donde un alto sacerdote le abría el estómago para extraer el corazón, órgano que después era ofrendado a Huitzilopochtli, el dios del sol.
7 errores típicos de las series policiales
¿Has notado como el zoom de una computadora tiene esa capacidad sobrenatural de aumentar la resolución de una fotografía? Herramientas de este tipo resultan imprescindibles para los implacables agentes policiales de las series televisivas que resuelven crímenes, pero la realidad es muy diferente y, a menos que te guste la criminalística, las cosas suelen ser mucho más aburridas de lo que nos han hecho creer.
Las 7 organizaciones de asesinos más letales en la historia
Cuando se nos hace mención de un asesinato en masa, lo primero que suele venir a nuestra mente es un sujeto desquiciado que logra quitar la vida a una serie de víctimas hasta que es atrapado, o un psicópata que ingresa a un sitio público para disparar a todo lo que se mueva. Pero los asesinos no siempre actúan solos. Algunos grupos se dedican a reclutar individuos de este tipo para estructurar organizaciones letales compuestas por miembros dispuestos a matar por sus creencias.