Tras varios meses de una investigación profunda y amplia, Samsung debería divulgar el próximo 23 de enero un informe completo donde señalaría al responsable por las explosiones de los Galaxy Note 7. Según la agencia Reuters, la empresa surcoreana acusará a la batería del dispositivo como la única responsable por el problema que los obligó a retirar el producto.
Esta información, adjudicada a una “fuente familiar con el tema”, asegura que la compañía no detectó problema alguno relacionado con el software u otras partes del hardware en el smartphone. Se espera que este informe venga acompañado con un pronunciamiento por parte del presidente del departamento móvil de la empresa, Koh Dong-jin, garantizando que sus productos futuros como el Galaxy S8 no deberán presentar problemas de este tipo.
El desastre con el Galaxy Note 7 provocó que Samsung arrancara diversas iniciativas en un intento por recuperar la confianza de sus clientes. Se ha estimado que el fiasco del teléfono explosivo le provocó daños a la empresa por US$ 5,200 millones en lucro operacional durante un periodo que abarca tres trimestres fiscales.
Aunque este año prometa cosas buenas para Samsung, debido principalmente al aumento en la demanda de paneles OLED y al incremento en los precios de los chips para RAM, los inversores advirtieron que no puede darse el lujo de perder la confianza de sus consumidores en el segmento de la telefonía móvil. Tomando esto en cuenta, un lanzamiento exitoso del Galaxy S8 se hace cada vez más importante para definir el futuro de la compañía.