Rodney Alcala, que pasaría a la historia como “The Dating Game Killer” por participar en un espectáculo televisivo del mismo nombre, es un criminal convicto cuya historia parece sacada de una novela de suspenso. Su verdadero nombre es Rodrigo Jacques Alcala Buquor y nació en 1943 en San Antonio, Texas. En 2010, la justicia estadounidense lo procesó por el homicidio de cinco personas a finales de la década del 70. Sin embargo, muchos están convencidos de que este hombre asesinó alrededor de 140 personas entre las décadas de 1960 y 1970.
La historia de Rodney Alcala.
Rodney tuvo una infancia relativamente normal. Vivió con ambos padres, Raoul Alcala Buquor y Anna María Gutiérrez, hasta los 12 años que el padre los abandonó. Después de esto, su madre se muda a Los Ángeles llevando a Rodney y sus hermanas. Al cumplir 17 años, Rodney Alcala se enlista en el ejército estadounidense y tras cuatro años de servicio sufre un ataque de nervios.
En aquella época el psiquiatra militar que lo atendió diagnosticó un trastorno antisocial de la personalidad. Aunque recibió el alta médica, no pudo seguir en el ejército. Entonces, Rodney Alcala estudia y se titula de la Escuela de Arte y Arquitectura de UCLA. Posteriormente, se dedica a estudiar cine en la Universidad de Nueva York donde recibió cátedra del popular director Roman Polanski.
Inicio de la carrera criminal.
Rodney Alcala perpetró su primer crimen conocido a la edad de 25 años. En 1968 secuestró a una pequeña de 8 años llamada Tali Shapiro. La subió a su vehículo con engaños y la trasladó a su casa de Hollywood, donde la violó y golpeó con un tubo de hierro. Desafortunadamente para Rodney, un testigo observó cuando subía a la pequeña al auto y lo siguió hasta su casa antes de avisar a la policía.
Cuando los agentes intervinieron la casa de Alcala, encontraron a la pequeña Shapiro agonizando. Aunque el asesino logró escapar por el patio trasero, los agentes encontraron una buena cantidad de fotografías de mujeres jóvenes. Tras abandonar el estado por un buen tiempo, se inscribió en la NYU Tisch School of the Arts bajó el alias de John Berger.
Tres años después de la violación a Tali Shapiro, el FBI decide ponerlo en la lista de los diez fugitivos más buscados en los Estados Unidos. Para ese momento trabajaba como consejero en un campamento infantil de artes en New Hampshire. Dos pequeños que acudieron a la oficina local de correos lo reconocieron en un cartel de “Se Busca”, y la policía logró arrestarlo para enviarlo a California.
Primer arresto de Alcala.
Para 1971, la familia de Tali Shapiro ya se había mudado a México y se negaron a que la pequeña testificara en un juicio. Sin un caso sólido, las autoridades no lograron condenar a Alcala por violación e intento de asesinato. Entonces, no tuvieron otra opción más que permitir que se declarara culpable de agresión.
En 1978, Rodney Alcala trabajó diseñando tipografías para Los Angeles Times. Además, logró convencer a muchas jovencitas de que era un fotógrafo de moda profesional y posaron para él. Muchas de las fotografías y poses iban más allá del buen gusto, y los investigadores creen que Alcala mató a varios de sus modelos.
Pese a los antecedentes criminales, el programa de televisión The Dating Game (ABC) admitió como concursante a Rodney Alcala el 13 de septiembre de 1978. Para ese entonces ya había asesinado al menos a cuatro mujeres. Y lo más increíble es que ganó el concurso, aunque la soltera Cheryl Bradshaw no aceptó una cita con este sujeto pues le producía “repelús”. Poco después de aparecer en ese programa de televisión, Alcala quitó la vida a otras tres personas, incluida una pequeña de 12 años llamada Robin Samsoe.
Rodney Alcala llega a su fin.
Cuando la policía inició las investigaciones sobre el homicidio de Robin Samsoe se supo, a través de los amigos de la víctima, que un extraño la buscó para tomarle fotografías. Cuando proporcionaron los detalles para elaborar el retrato hablado, el oficial de libertad condicional de Alcala lo reconoció de inmediato.
El 24 de julio de 1979, el “asesino serial de las citas” es atrapado nuevamente por la justicia. Tras inspeccionar su vivienda, encontraron una pista que los llevó hasta un casillero en Seattle. Allí encontraron cientos de fotografías de mujeres jóvenes y niños, así como los aretes de la pequeña Samsoe.
Condenar a Rodney Alcala por el homicidio de Robin Samsoe requirió múltiples juicios. En 1980, la Corte Suprema de California anuló la sentencia tras enterarse que el jurado sabía sobre los antecedentes criminales de Alcala. Seis años después, la Corte de Apelaciones del Noveno Circuito anuló otra condena y sentencia argumentando que los investigadores hipnotizaron a uno de los testigos.
Sin embargo, cuando la tecnología del ADN empezó a implementarse en el sistema de justicia la suerte de Rodney Alcala llegó a su fin. Mientras esperaba otro juicio en prisión, los investigadores recolectaron muestras de su ADN. Al comparar las muestras con el ADN localizado en algunas mujeres a las que violó y asesinó, no había lugar a dudas.
En 2010 lo juzgaron por cinco homicidios: Jill Barcomb, Georgia Wixted, Charlotte Lamb, Jill Parteneau y Robin Samsoe. Se le declaró culpable y lo condenaron a muerte. Entre 2011 y 2016, surgió evidencia de lo vincula a otros asesinatos en San Francisco y Wyoming. Rodney Alcala aún está en el corredor de la muerte, esperando cumplir sentencia en la prisión estatal de California.