En busca de respuestas que explicaran con exactitud lo que ocurre con un cuerpo humano muerto en el océano, un grupo de investigadores canadienses realizó una serie de pruebas con cadáveres de cerdos en un nuevo estudio que resulta realmente interesante.
Publicada en la revista Plos One, la investigación con los animales se extendió durante tres años y fue acompañada por el biólogo Gail Anderson y por la criminóloga Lynne Bell, ambos de la Universidad Simon Fraser.
Los científicos seleccionaron a los cerdos por las similitudes con los humanos en aspectos como el tamaño, la piel y la cantidad de vello corporal. Además de descubrir la forma en que los descomponedores responden a los mamíferos terrestres muertos en el mar, la investigación también tenía como objetivo proporcionar nueva información a los forenses para resolver crímenes.
Para el experimento, el equipo arrojó tres cadáveres de cerdos en la cuenca canadiense de Saanich Inlet, cada uno monitoreado por cámaras. Víctimas de numerosos crustáceos, los primeros dos cerdos fueron devorados hasta que no quedaron más que huesos en un tiempo de apenas tres semanas.
Sin embargo, el tercer “afortunado” demoró 90 días en ser completamente devorado. Los científicos notaron que esto se debió a la falta de oxígeno disuelto en el agua, un impedimento para que los grandes descomponedores se desplazaran. Además de las cámaras, el grupo también tomó en cuenta la química del agua circundante.
“La cuenca carece de oxigeno durante gran parte del año, llegando al punto de quedarse sin él en ciertos periodos. Pese a que los animales de esta región se han adaptado a esto, arrojamos al tercer cadáver en uno de los periodos más anóxicos (sin oxígeno) del año. Eso provocó que los camarones y los cangrejos no pudieran moverse hasta el cerdo. Sólo las langostas – que no pueden atravesar la piel – llegaron hasta allí. Eso nos dice mucho sobre lo que sucede bajo aguas como estas”, dijo Anderson.
Para los investigadores, esto fue capaz de desentrañar el secreto de los “pies que flotan”. “Si una persona termina en al agua vistiendo tenis, a la hora en que los descomponedores separen esa parte del esqueleto, flotará hasta la superficie gracias a las suelas”, cuenta el biólogo.
La intención del equipo es, literalmente, profundizar la investigación, llevando estos cadáveres de cerdos hasta las regiones más profundas del océano.
En la fuente (Plos One) es posible encontrar un informe detallado del estudio, así como material gráfico de los otros experimentos.
no les hará daño la carne de cerdo??
vaya…. el octopus llega al último se perdió el festín que boludo 😀
Impresionante, la manera de investigación.
realmente hay que tener mucha creatividad y ganas de cooperar para esclarecer los hechos.
Joder… Hermoso y Terrorífico al mismo tiempo O.o.
Awww que asco me dio cuando llego el pulpo… odio los pulpos guacatelas. :p
muy interesante
Changos si mi cadaver llegase al fondo del oceano me veria igual que este pobre cerdo, como diria el Chavo: me da cosa xD
que interesante, solo me quedó la duda de porqué se dispersaron así los huesos, si habrá sido por la corriente de agua.
mi morbo quería sacudirle los descomponedores en el min 2:15 para saber en qué estado se encontraba el cerdo.
No se, pero esta nota, no me interesó en nada, no se ofendan