De entre los tres mil millones de pares de bases en el genoma humano, solamente un 2% en realidad codifica para las proteínas. Escondidos en las inmensas secuencias de ADN no codificante, responsables por la regulación genética, se encuentran los retrovirus que hemos adquirido a lo largo de nuestra historia evolutiva. Los virus suelen asociarse inmediatamente con enfermedad, pero no siempre es el caso.
Un nuevo estudio arroja evidencia de que algún ADN retroviral se integró en las regiones del genoma que influencian la regulación de los genes en el cerebro, manipulando la función básica de las células. Esto podría ayudar a explicar por qué las células cerebrales son capaces de desempeñar funciones tan diversas, llegando a influir incluso en nuestra inteligencia y la predisposición a las enfermedades. El equipo de investigación fue liderado por Johan Jakobsson de la Universidad de Lund en Suiza, y la información completa está disponible de forma libre en Cell Reports.
Aproximadamente un 5% de nuestro ADN se cree está relacionado con estos retrovirus, la mayoría de los cuales se integraron en el ADN no codificante. El equipo de Jakobsson descubrió que algunos retrovirus endógenos (ERVs) se integraron en regiones responsables por regular la transcripción de las células progenitoras neurales (NPCs). Las NPCs son semejantes a las células madre, con excepción de que sólo pueden diferenciarse en tipos de neuronas diferentes. Se cree que estos antiguos polizones genéticos en realidad desempeñan un papel importante en el proceso de regulación de los genes en el cerebro.
“Pudimos observar que esos virus se activan específicamente en las células cerebrales y que tienen un importante papel regulador.” Declaró Jakobsson en un comunicado de prensa. “Creemos que el papel de los retrovirus puede contribuir a explicar porque las células cerebrales particularmente son tan dinámicas y multifacéticas en sus funciones. También puede ocurrir que las funciones más o menos complejas de los virus en varias especies puedan ayudarnos a entender por qué son tan diferentes”.
El correpresor TRIM28 es un regulador maestro de los ERVs así como de otros retroelementos. Al eliminar el TRIM28 en ratones de laboratorio se observó un incremento en la transcripción de ERVs, lo que luego comenzó a afectar la expresión de los genes próximos. Eliminando otros reguladores de ERVs se puede obtener nueva información sobre cuán específicamente influyen estos antiguos polizones a los genes en el cerebro, y que tanto podrían dar origen a una disfunción. Comprender la acción completa que los ERVs tienen en las funciones cerebrales puede conducir a avances significativos en el conocimiento de enfermedades con componentes genéticos.
“Creo que esto puede concluir en nuevos estudios, estudios motivadores sobre las enfermedades cerebrales. Actualmente, cuando se buscan factores genéticos relacionados a diversas enfermedades, generalmente nos centramos en genes que nos son familiares, lo que constituye un mero dos por ciento del genoma”, dice Jakobsson.
“Ahora se abre la posibilidad para buscar en un área más amplia del material genético que previamente considerábamos insignificante. La imagen del cerebro se hace más compleja, pero al área en la que podemos buscar errores relacionados a enfermedades con un componente genético, como las enfermedades neurodegenerativas, psiquiátricas y tumores cerebrales, también se incrementa”. Vía iflscience.com
osea que con la manipulacion de estos retrovirus seria posible modificar al humano, no se por decir hacerlos mas aptos para «x» ambiente, o tal vez mas (porque no) inteligentes??