Wayne Adams y Catherine King, una pareja de ciudadanos canadienses de 66 y 59 años respectivamente, son los orgullosos propietarios de “Freedom Cove” (“Refugio de la Libertad”, en español), una colorida casa flotante cerca de la costa de Tofino, en la Columbia Británica, Canadá.
La estructura única consiste de 12 plataformas que sustentan a las construcciones de madera, invernaderos, un faro y una serie de espacios que están interconectados a través de plataformas de madera flotantes. El Freedom Cove es especial porqué es un “refugio” en el verdadero sentido de la palabra: completamente independiente del sistema y autosustentable en todos los sentidos posibles.
Adams y King, junto a sus dos hijos, habitan el Freedom Cove desde que fue construido en 1992. Lograron vivir una vida plena, sin depender en casi nada de la civilización. Ahí mismo cultivan frutas y verduras durante todo el año en varios invernaderos y generan electricidad a través de paneles solares y generadores de energía fotovoltaica.
El agua no es un problema, ya que la pareja recolecta agua de lluvia para su consumo durante el invierno, y de una cascada de agua dulce en las proximidades del otro lado de la bahía durante el verano. Solían criar gallinas en una pequeña cooperativa, pero decidieron abandonar la actividad debido al gran número de depredadores que comenzó a comerse a las aves.
Catherine, que solía ser una bailarina exitosa, y Wayne dicen que se sustentan del refugio desde que se mudaron allí hace más de dos décadas. Afirman que su proyecto está en constante cambio, y parecen muy felices son su ecosistema de ciervos, nutrias, lobos, incontables aves costeras y, lógicamente, las plagas locales. Los castores, por ejemplo, son su más grande problema. Según Wayne, estos roedores socavan los cimientos de su casa flotante.
Pero ni eso impidió que la pareja mantuviera su estilo de vida único. De hecho, juntos practican todo tipo de pasatiempos, pero su preferido es esculpir obras de arte para embellecer sus preciosos jardines. Las esculturas de la pareja normalmente son hechas de marfil fosilizado pero, ocasionalmente, hacen uso de diferentes materiales como la madera.
El Refugio de la Libertad está abierto a los turistas, y los visitantes deben tomar un paseo en barco desde la isla de Vancouver para visitar la increíble casa flotante. Catherine y Wayne aman dar paseos juntos con las personas que quieren aprender sobre su viaje de autosuficiencia. Las personas muchas veces se sorprenden al saber lo conectada que está la pareja con la naturaleza y sus alrededores, una característica que está casi completamente ausente de la vida en la ciudad.
Vía DailyMail
me acuerdo del gringo que hizo una mini isla con botellas de plastico cerca de cancun ¿que habra sido de el?
Y una vez que se mueran quien se va a hacer cargo de toda esa basura colorida que rompe la armonía en ese lago? hubieran hecho esa construcción en medio de un basurero o algo asi…. muy bien por la autosuficiencia, pero para vivir en un lago, como que no.
en la primera foto donde aparece la dueña pensé «MILF» 😛
Coincido con tu comentario!
creare mi propia isla flotante con juegos de azar, mujerzuelas y pe*filia heterosexual permitida
estan jugando minecraft en vida.
Dios sabrá con cuantos cientos de pesos corrompieron a los de ayuntamiento de la zona!
Ah que tu dios tan permisivo pues.
Pues no se ve muy barato…….
¿Tienen internet?
Un lugar muy bonito, para pasar un verano solamente, no para vivir para siempre. xD