Historias de un rescatista en el Servicio Forestal – FINAL

Esta es la última actualización que publicaré. Las cosas empezaron a ponerse feas a un ritmo que jamás imaginé. No sabía que escribir sobre las cosas que suceden aquí podría afectar mi vida en tantos aspectos, y ahora me doy cuenta que probablemente hice algo muy estúpido. Tal vez debí pensar más antes de hacerlo pero, honestamente, creí que simplemente se trataba de cosas que a alguien más le gustaría leer. No era mi intención llamar tanto la atención.

Las personas suelen preguntarme mucho sobre las escaleras. No es que lo hagan todos los días, pero cuando sucede, no sé qué decirles. Mis jefes saben que hay alguien hablando sobre este tema, y si ellos lo saben, los peces gordos ya deben estar enterados. Me doy cuenta que no están contentos al respecto. Formalmente se me informó que no puedo hablar más sobre esto con nadie, a esto se debe que sea la última vez que publico una actualización.

No puedo arriesgar mi empleo. Por muy genial que haya sido sacarme todas esas cosas de la cabeza, amo mi trabajo y debo continuar aquí. Además, otra cosa que me motiva es conocer la verdad sobre lo que realmente sucede. Tal vez no pueda hablar de lo que habita aquí, pero si veo algo, jamás dudaré en poner a las personas en un sitio seguro.

Debido a la cantidad de atención que mis historias han generado, escuché muchas otras historias transmitidas por el boca a boca. Son tantas que ni siquiera puedo recordar la mayoría. Pero hay algunas que son imposibles de olvidar.

Desapariciones.

Uno de estos relatos es sobre una joven que desapareció al norte del estado. Al principio, todos creyeron que había escapado. La muchacha no venía de un buen hogar, por lo que no resultaba sorprendente que tomara la decisión de irse.

Pero poco después de su desaparición empezaron a llegar diversos informes de personas que la habían observado en las inmediaciones del parque, por lo que se desplegaron algunos patrulleros para tener la certeza de que no se hubiera ahorcado en algún sitio cerca de las brechas. Demoró algún tiempo, pero le encontraron. Bueno, una parte de ella.

Solamente localizaron una cuarta parte de su mandíbula y la lengua. Por lo que supe, eran cortes limpios. Jamás encontraron el resto del cuerpo.

Hay muchas historias sobre niños. Muchos pequeños desaparecidos que fueron localizados en pequeñas cavernas, o en espacios extremadamente reducidos. Muchos aparecieron en los picos de las montañas o en los barrancos. Sin zapatos, sin calcetines, pero en perfecto estado de salud, pese a que se encontraban a kilómetros de distancia del lugar donde habían desaparecido.

El imitador.

Hay muchos relatos sobre personas de ojos negros, seres que vagan por los bosques y llaman a las personas por la noche, mimetizándose entre el sonido del agua corriente o con el grito de un animal salvaje. Un hombre en particular va de una estación de radio a otra contando la misma historia.

Solía dedicarse a la caza de ciervos, y cierta vez acampaba en una zona bastante remota, donde despertó en el medio de la noche pues algo rasguñaba su tienda de campaña. Creyó que se trataba de un mapache o zorro hasta que esta cosa presionó su rostro contra la puerta de la tienda y pudo distinguir las formas de una nariz y boca humana.

Lanzó una patada y aquella cosa reculó, pero cuando abrió la tienda de campaña empuñando su arma, ya se había ido. Realizó dos disparos de advertencia y cuando el sonido se disipó escuchó un «creck» a sus espaldas. Se trataba de un hombre que se encontraba justo en el límite de su campamento.

Este ser no llevaba ropa, pero tampoco parecía tener piel humana. De acuerdo con la descripción de este cazador, el hombre estaba revestido por una capa de carne humana y pelos. Era como si alguien hubiera juntado animales muertos en los caminos y hubiera moldeado la forma de un hombre.

Su rostro estaba atiborrado y vagamente asemejaba las facciones de una persona. La cosa abrió su boca retorcida y de allí surgió un sonido idéntico al de los disparos que el cazador acababa de realizar. Lo hizo en dos ocasiones antes de imitar el sonido del cierre de la tienda de campaña y después perderse en la oscuridad.

El escalador.

Una pareja de jóvenes, que realizaba una caminata en la parte rocosa del parque, ayer me abordó para decirme que habían visto algo extraño en un pico que conozco bastante bien. Se encontraban compartiendo unos binoculares y disfrutando de una hermosa vista, cuando el hombre distinguió a un escalador subiendo por una parte muy complicada de la montaña.

Se mantuvieron observando a este escalador, y ni siquiera se percataron en ese momento que el personaje no portaba equipo para realizar la actividad. Cuando el escalador finalmente llegó a la cima, aproximadamente a 1.8 kilómetros de donde estaba la pareja, volteó y los observó. Mencionaron que los observaba directamente y en determinado momento se sacudió de forma violenta antes de saltar del acantilado.

Los jóvenes mencionaron que no observaron el lugar donde aterrizó. Permití que siguieran su camino a la entrada y les mencioné que iría a averiguar lo que me habían dicho. Les mentí. No haré un relato sobre esto, pues existen otros diez parecidos. El escalador es muy bien conocido por estos lugares. No hablaré más al respecto.

Despedida.

Hay muchas cosas que nunca llegaré a entender sobre mí empleo, y me tomará muchos años procesar todo lo que vi en los últimos meses. Tal vez regrese si existe la posibilidad de que no me despidan. Gracias a todos los que me acompañaron en este viaje.

Cuando vayas al bosque, por favor, mantente seguro. No olvides llevar agua, alimentos y equipo de supervivencia. Informa a otras personas a donde vas y cuando vas a volver. No vayas por caminos desconocidos, a menos que sepas muy bien lo que estás haciendo.

Pero sobre todo:

No las toques. No las mires. No subas.

FIN.

La historia ha sido publicada originalmente en nosleep por el usuario searchandrescuewoods, la traducción y adaptación al español ha sido realizada por Marcianosmx.com

Parte I
Parte II
Parte III
Parte IV
Parte V
Parte VI
Parte VII
Final