En los últimos meses, el avance tecnológico viene superando todas las expectativas. Hoy, ya no existe duda sobre su enorme potencial para transformar a nuestra especie. A causa de esto, muchos no dejan de preguntarse qué tanto cambiará nuestra vida ante tantos caminos por seguir. La nanotecnología, machine learning e Inteligencia Artificial son solo algunos de esos destinos que experimentaremos en los próximos años.
El futurista estadounidense Raymond Kurzweil prevé que los humanos alcancen la inmortalidad en 2030. No es ninguna equivocación, este científico especializado en Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial, estima que en tan solo siete años los humanos adquirirán la capacidad de vivir por tiempo indefinido.
El experto considera que los avances tecnológicos que observamos actualmente en áreas como la robótica, genética y nanotecnología, permitirán que los humanos tengan nanobots corriendo por sus venas. Estos dispositivos en miniatura, con una envergadura de entre 50 y 100 nanómetros, ya están disponibles en el campo médico. Actualmente se les utiliza en pruebas de ADN, como materiales de imagen celular y para entregas específicas de células.
Kurzweil ve en los nanobots el futuro de la medicina. Considera que estos robots en miniatura restaurarán el cuerpo humano a nivel celular, haciéndonos inmunes a las enfermedades, envejecimiento y, por consecuencia, la muerte. Además, el científico prevé que los humanos podrán transformar su conciencia en formato digital, alcanzando la inmortalidad.
¿Inmortalidad en 2030?
Para la mayoría, estas predicciones parecen un poco atrevidas. Sin embargo, Ray Kurzweil dispone de un currículum envidiable en lo que respecta a previsiones certeras. Por ejemplo, en 1990 este sujeto anticipó que una computadora vencería con facilidad a un humano en un juego de ajedrez para el año 2000.
También estimó el crecimiento del Internet y la transición a la tecnología inalámbrica. Sin embargo, su previsión más famosa lo llevó a escribir un libro sobre el tema. En ella, Kurzweil señala que para el año 2045 los humanos alcanzarán la singularidad. Es decir, ese punto de inflexión en que la inteligencia de las máquinas igualará o superará a la inteligencia humana.
Parece una propuesta demencial, pero solo hay que observar la forma tan intrusiva y perseverante en que la Inteligencia Artificial ocupa diversos ámbitos de nuestra existencia. Si el avance de esta tecnología en los últimos meses es francamente impresionante, solo imagina lo que sucederá en la próxima década.
Me encantan estos temas y el debate que se genera alrededor. Solamente me gustaría hacer una aclaración: biológicamente hablando podemos alcanzar la «amortalidad», diferente de la «inmortalidad», ya que la primera se refiere a que podemos ser capaces de evitar la muerte natural (enfermedades, envejecimiento, fallas orgánicas, etc.), pero no podemos evitar la muerte por causas ajenas (golpes, accidentes, quemaduras, explosiones, ahogamiento, aplastamiento, etc.), lo que sería la inmortalidad.
Sé que en el artículo se refieren a la inmortalidad «transfiriendo» nuestra conciencia a un medido digital, pero para mí en ese punto no eres tú el que sobrevive sino, en todo caso, una copia digital tuya. Nunca he creído que al «enviar» tus recuerdos, ideas, forma de pensar y actuar, etc. a una computadora te transfieran a ti mismo (a lo que podemos llamar conciencia).
Por otro lado me intriga mucho la forma en la que veremos la muerte una vez alcanzada la «amortalidad», porque en estos momentos lo vemos como algo inevitable y de alguna manera nos resigna a perder a nuestros seres queridos. Pero en el momento en el que la muerte sea evitable (al menos la muerte natural), qué pasará cuando alguien muera de forma accidental. Creo que el dolor, el trauma y la pérdida podrán ser más fuertes, así como el resentimiento que podría llegar a desarrollar una persona por alguien que sea «culpable» (con dolo o sin él) de la muerte de un ser querido.
Finalmente, qué pasará en términos de problemas sociales: sobrepoblación, desigualdad, crecimiento desmedido de familias poderosas, etc… Un tema que da muchísimo que debatir.
Saludos
Respecto a tu último párrafo. Si se lograse la «amortalidad» como comentas, entonces en teoría ya no habría necesidad de reproducirse ya que no habría la urgencia de tener descendencia que perpetúe tu linaje, tus apellidos o tu empresa. Para eso seguirías vivo tu mismo para continuar con lo que siempre haces, ni siquiera las familias poderosas seguirían procreando, para qué si lo que menos quieren es compartir su riqueza?.
Yo diría que mas bien, el problema social sería la baja o nula natalidad con la consecuente desaparición de la infancia y todo lo que implicaría.
Interesante perspectiva, solamente que los primeros en conseguir la «amortalidad» serían seguramente la gente con dinero. La gente de escasos recursos se seguirá reproduciendo. El riesgo de las familias ricas (si no se reproducen) sería que si llegan a fallecer (por «accidente») su fortuna quedaría en manos de «alguien más».