Fotógrafo capta el rostro de las personas después de un shot de tequila

Tim Charles, un fotógrafo con sede en Londres, Reino Unido, realizó una serie de fotografías tituladas «Shot Face» en las que capta el momento preciso por el que la mayoría hemos pasado al ingerir una caballito de la bebida destilada más fuerte: el tequila. Es ese momento preciso en el que los músculos de la cara responden al alcohol quemando el esófago, situación que sucede en un cumpleaños, una fiesta de la oficina o en la happy hour del viernes por la noche. Cualquiera que sea el lugar, el fenómeno terminó por convertirse en una convención social bastante aceptable.

Y cuando decimos “aceptable”, nos referimos a tomar de una forma moderada, pues el problema se presenta (uno grande) cuando la personas encuentra en la bebida alcohólica tanto los motivos para aflorar su felicidad como para ahogar sus penas. Con el tiempo, las penas aprenden a nadar y la alegría ya no encuentra muchos motivos para exhibirse.

El fotógrafo cree que pasar por un momento de incomodidad física y mental temporal para alcanzar un resultado potencialmente mejor es un asunto interesante y digno de explorar.

“No sólo eso, pero el momento del trago es probablemente una de las únicas veces en que las personas hacen caras feas en público, desprovistos de cualquier imagen personal que intentan transmitir”, dice Charles, intentando explicar el cambio repentino que es un tipo de expresión de la vulnerabilidad del humano, demostrada a través del reflejo del vómito.

“Es ese momento fugaz, el que desnuda todo los pensamiento más allá de la pelea con la bebida, que yo deseaba capturar. La expresión pura. La línea de fondo es una serie de individuos tomando sus dosis y espero que te guste a ti, tanto como me gustó a mí”.

Después de todo, de lo único que no debemos olvidarnos al beber, es de hacerlo con responsabilidad y moderación. El alcohol es una droga y, como toda droga, el veneno está en la dosis.