Estatua de Hananuma Masakichi: la escultura “viva”

El realismo con que se esculpió la estatua de Hananuma Masakichi es tan preciso que fácilmente engaña al ojo inexperto, haciendo creer a cualquiera que se está frente a una persona con vida. El auto retrato elaborado por el prestigiado artista japonés Masakichi es tan detallado que incluye algunas partes corporales reales de su creador.

Hananuma Masakichi Posando junto a su estatua

Maestro del realismo escultórico.

Hananuma Masakichi era un conocido iki-ningyō, nombre que reciben los artistas dedicados a la creación de las tradicionales muñecas japonesas, y los maniquíes en tamaño real que produjo son muy apreciados. A los 53 años le diagnosticaron tuberculosis y, a sabiendas de que tenía los días contados, decidió crear una escultura de sí mismo para obsequiarla a su amada.

En la construcción de la estatua de Hananuma Masakichi, el artista recurrió a los espejos para imitar su propio cuerpo. Las proporciones, estatura e incluso algunas texturas corresponden a las del hombre. Para crear una reproducción fiel de sus vellosidades, perforó meticulosamente pequeños orificios en la madera e introdujo su propio pelo, cabello por cabello.

A primera vista, la superficie de la madera hueca parece estar llena de tendones, venas, músculos y huesos. En la fase terminal de su enfermedad, Masakichi decidió donar sus uñas y dientes para decorar al doble inanimado. En 1885, mientras se encontraba en Yokohama, Japón, el artista finalmente culminó la obra y la noticia se divulgó con prontitud.

Durante la revelación de la escultura, el artista posó inmóvil al lado de su obra y nadie sabía precisar cuál era el Masakichi vivo. Tras finalizar esta obra maestra, el hombre arrastró el sufrimiento de sus padecimientos una década más hasta su muerte. Pese a su gran talento, murió víctima de la tuberculosis en la completa ruina. En algún momento de la historia, la realista estatua de Hananuma Masakichi término en California, Estados Unidos.

La estatua de Hananuma Masakichi en manos de Ripley.

Tras recorrer algunos bares populares en la ciudad, la historia de la estatua realista llegó a oídos de un joven llamado Robert Ripley. Aunque usted no lo crea, la pieza fue una atracción del San Francisco International Art Salon y apareció en monedas que se intercambiaban por una bebida.

Estatua en Madera de Hananuma Masakichi

Ripley quedó cautivado por la estatua, pero no tuvo los recursos suficientes para adquirirla hasta que alcanzó la fama. Sin embargo, para ese entonces la estatua de Hananuma Masakichi se había esfumado. Pasarían dos décadas hasta que Ripley logró sumarla a su colección tras encontrarla en una tienda de antigüedades en 1934. El empresario de lo extraño adquirió la pieza por tan solo diez dólares.

La realista estatua de Hananuma Masakichi rápidamente se convirtió en una de las piezas favoritas de Ripley, e inmediatamente ordenó que se exhibiera en la Feria Mundial de Chicago. Al terminar la feria, la réplica en madera de Masakichi terminó en BION Island, donde Ripley llevaba a cabo toda clase de “travesuras”. En la mansión, disfrutaba ocultando la estatua detrás de puertas y ventanas para asustar a los invitados.

En la actualidad, la estatua de Hananuma Masakichi todavía se destaca como una pieza importante en la colección de Ripley, pese a que sufrió algunos daños durante el terremoto de Northridge en 1994. La pieza pasó por una restauración y terminó en el Odditorium de Ripley, en Ámsterdam.

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