Estados Unidos prohíbe jabones que matan “99.9% de las bacterias”

Según recomendaciones de la FDA, si tu intención es evitar las infecciones no hay nada mejor que la clásica mezcla entre jabón común y agua. La FDA es un órgano gubernamental de los Estados Unidos responsable de regular alimentos, medicamentos, cosméticos, etc., como lo hace la COFEPRIS en México. Esta agencia estadounidense prohibió un grupo de 19 compuestos químicos empleados en la mayoría de los jabones que afirman eliminar el “99.9% de las bacterias”. Estableciendo un tiempo límite de un año para retirarlos por completo de territorio estadounidense.

Esta medida tomada por la FDA atiende a dos motivos: la eficacia y seguridad. En el 2013 el organismo solicitó a las marcas que producen jabones antisépticos– es decir, que incluyen compuestos químicos que promueven la eliminación de bacterias – el envío de estudios y datos que demostraran que sus productos mataban a más microbios que el jabón tradicional.

La mayoría de estas empresas jamás hizo llegar documento alguno a la FDA, escudándose en que los estudios clínicos con seres humanos son costosos y extensos. Pero incluso los estudios que recibieron no fueron suficientes para demostrar que el jabón realmente hace lo que promete y no pudieron convencer a la FDA.

Pero los problemas no se limitan simplemente a eso. Aunque se demostrara que el jabón antiséptico funciona a la perfección, eliminando al 99.9% de las bacterias, esto no necesariamente es algo positivo.

La determinación final de la FDA se basó en más de 20 estudios alarmantes sobre los 19 compuestos químicos prohibidos esta semana – especialmente los más comunes: triclocarbán y triclosán. Para empezar, nadie sabe con precisión durante cuánto tiempo permanecen dichas sustancias en el organismo. Por ejemplo, el triclosán, incluso vía cutánea, es absorbido y termina en la orina. Nos vemos expuestos a estos compuestos con una frecuencia tan abrumadora que nadie sabe cuánto tiempo le toma al cuerpo eliminarlos.

Pero mucho más preocupantes son los estudios que indican que el triclocarbán puede provocar alteraciones en las hormonas tiroideas y en la acción de la testosterona. Las pruebas con ratones en la pubertad demostraron que incluso presenta riesgos para el desarrollo sexual.

Y los efectos de estas alteraciones hormonales pueden aparecer solo después de muchos años de la exposición inicial, y no es la única preocupación. A los científicos también les preocupa la resistencia bacteriana.

Las superbactérias.

Los bactericidas del jabón no son antibióticos, que también matan a las bacterias, y tienen mecanismos distintos. Pero los investigadores han estudiado una posibilidad espeluznante: que los bactericidas terminen tamizando bacterias resistentes a los antibióticos.

De ese 99.9% de bacterias que mueren cuando te lavas las manos, el 0.01% probablemente sea genéticamente resistente al principio activo del antiséptico. Y seguirá reproduciéndose, dando lugar a poblaciones cada vez más grandes de bacterias resistentes.

Los científicos aún no determinan con claridad si, en tu mano, esta selección natural puede acarrear problemas graves. Pero en el laboratorio ya consiguieron demostrar que una bacteria sobreviviente al triclocarbán puede desarrollar “resistencia cruzada” a los antibióticos – y no se trata de un estudio aislado, sino de 10 trabajos diferentes encomendados por la FDA. Es más, uno de ellos demostró que la Salmonela se vuelve más resistente a varios medicamentos después de una exposición prolongada a los jabones desinfectantes.

Las marcas que comercializan estos jabones tuvieron tres años para defenderse contra los resultados de dichos estudios, pero no fue suficiente para garantizar, más allá de la eficacia, la seguridad en la utilización de estos productos a largo plazo.

Además de los químicos prohibidos, la FDA analizará los desinfectantes para manos y los productos empleados en hospitales, para determinar si estos también presentan un riesgo para quienes los usan a diario – por ejemplo, un enfermero llega a limpiarse las manos hasta 100 veces por día (algo muy recomendable, por supuesto siempre y cuando el producto que ponga en sus manos no conlleve riesgos para su salud).

Por ahora, la recomendación de la agencia estadounidense para los no profesionales de la salud es lavarse las manos con agua y jabón común y solo emplear desinfectantes con al menos 60% de alcohol – algo más que suficiente para limpiar la superficie de las manos sin absorber químicos con efectos secundarios dudosos.

Los químicos prohibidos.

Esta es la lista de las sustancias prohibidas por la FDA, según la investigación se utilizan en la fabricación de más de 700 marcas de jabones antisépticos:

• Cloflucarban.
• Fluorosalan.
• Hexaclorofeno.
• Hexilresorcinol.
• Yodóforos (ingredientes a base de yodo, son seis en específico: complejo de yodo (éter sulfato de amonio y polioxietileno sorbitán monolaurato), complejo de yodo (éster fosfato de polietilenglicol ariloxi alquilo), Nonilfenoxipoli (etilenoxi), Poloxamer, Povidona yodada 5-10 por ciento y cloruro de yodo undecoylium).
• Cloruro de metilbencetonio.
• Fenol.
• Amiltricresoles secundarios.
• Oxicloroseno de sodio.
• Tribromsalan.
• Triclocarbán.
• Triclosán.
• Colorante triple.