Detectan varios casos de peste pulmonar en China

Se trata de una enfermedad altamente infecciosa relacionada con la peste bubónica, y China ha confirmado un par de casos en Beijing, lo que está alimentando el temor de un brote. El pasado martes, el gobierno chino empezó a recomendar a los ciudadanos tomar precauciones para evitar un contagio. El pánico se hizo presente después que los pacientes se diagnosticaran con peste, una enfermedad potencialmente letal.

El personal en Beijing informó que ambos pacientes provenían de Mongolia interior, una zona poco poblada al norte del país. Según la oficina gubernamental del distrito, el martes pasado ingresaron a un hospital en el distrito de Chaoyang, donde se les diagnosticó peste pulmonar.

En una entrevista para Weibo, el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades en China (CDC) especificó que no había razón para que los habitantes en Beijing entraran en pánico, y que los riesgos de un contagio a gran escala son “extremadamente bajos”. Al confirmar el diagnóstico, según el CDC, las autoridades aislaron inmediatamente a los pacientes y realizaron un rastreo epidemiológico para ubicar a las personas que pudieron estar expuestas. También ejecutaron una desinfección en los sitios relevantes. Como medida extra, fortalecieron la vigilancia en aquellos pacientes que manifiestan fiebre.

Una pesadilla del pasado.

La peste pulmonar forma parte de una tríada de enfermedades infecciosas conocidas como peste causadas por la misma bacteria, Yersinia pestis. Las personas diagnosticadas con peste pulmonar, una enfermedad característica por la fiebre alta y dificultad para respirar, a veces contraen primero la variante más conocida, peste bubónica.

En China sienten temor ante un posible brote de la enfermedad, que en el pasado fue conocida como Peste Negra y mató a decenas de millones de personas en la Europa medieval, llegando a diseminarse por África y Asia.

Hace unas semanas, el gobierno chino aseguró que fortalecería las medidas de cuarentena para evitar que la peste migrara al país tras observarse un brote de rápida propagación en Madagascar. No está claro desde cuando se detectaron los primeros casos en China, pero los residentes manifiestan su descontento porque las autoridades tardaron mucho en diagnosticar y revelar el problema.

Li Jifeng, un médico del Hospital Beijing Chaoyang a donde acudieron las personas enfermas por tratamiento, llegó a escribir en su perfil de WeChat, la plataforma de redes sociales más popular en China, que los pacientes arribaron el 3 de noviembre. Un medio local de noticias replicó esta publicación, que al poco tiempo se eliminó. Ni Jifeng ni el hospital quisieron hacer comentarios adicionales.

Según la publicación del Dr. Li, el paciente que atendió era un hombre de mediana edad que presentaba fiebre y dificultad respiratoria desde hacía 10 días. Buscó tratamiento en un hospital de la región donde habita, pero sus síntomas no mejoraron. La esposa también manifestaba fiebre y problemas respiratorios.

El Dr. Li también especificó que ante cualquier indicio de una enfermedad infecciosa se debe investigar y verificar repetidamente, por lo que no se puede emitir un comunicado de forma “casual”.

La opacidad del gobierno en China.

La policía intervino y puso en cuarentena la sala de emergencias del Hospital Chaoyang el lunes por la noche, según el noticiario Caixin. Para el martes, los censores chinos desplegaron un comunicado en el que ordenaban a los portales de noticias en línea “bloquear y controlar” el tema de la peste.

La opinión pública en China está acusando al gobierno por demorarse en comunicar las novedades sobre la enfermedad, un padecimiento que se transmite de humano a humano y puede matar más rápido que la forma bubónica. No es la primera vez que el gobierno chino encubre o retrasa las noticias sobre brotes infecciosos, pero ahora los ciudadanos solicitan transparencia.

Si no se proporciona el tratamiento oportuno, la peste pulmonar siempre es mortal. Cuando se detecta dentro de las 24 horas posteriores al inicio de los síntomas y se trata con antibióticos, los índices de recuperación son altos.

Según la comisión de salud de China, seis personas han perdido la vida a causa de la peste desde 2014. El caso más reciente tuvo lugar a principios de este año. Las autoridades advierten a los ciudadanos que eviten viajar a zonas infectadas y el contacto con roedores.