Descifran el Manuscrito Voynich y es un poco decepcionante

Seguramente alguna vez has escuchado sobre el Manuscrito Voynich, uno de los documentos más enigmáticos que existen en el mundo, un libro que especialistas en criptografía, lingüistas y científicos de diversas áreas pasaron un siglo intentando descifrar.

El volumen de 240 páginas atestado con figuras de plantas exóticas, diagramas astronómicos, personas y textos escritos en un idioma o código que nadie más logró descifrar, habría sido hecho durante el siglo XV de acuerdo con los resultados de las pruebas por radiocarbono. El título de la obra se debe a Wilfrid Michael Voynich, un bibliófilo de origen polaco nacionalizado estadounidense, que adquirió el misterioso libro en Italia en 1912.

Un enigma de cien años.

Como sucede con cualquier obra misteriosa de origen desconocido, el Manuscrito Voynich generó toda una colección de teorías sobre su creación. Entre estas se consideraba que el libro pudo ser la obra de algún alquimista oscuro, que podría tratarse de una farmacopea del medioevo, o que podría contener instrucciones y hechizos para practicar la magia negra.

Sin embargo, de acuerdo con un artículo publicado en el sitio Inverse, un británico especialista en textos medievales llamado Nicholas Gibbs cree haber descifrado el misterioso texto. A lo largo de tres años analizó el manuscrito y concluyó que no fue escrito en un idioma o código desconocido, sino en una forma simplificada de latín.

De acuerdo con las conclusiones de Gibbs, el inconveniente con los criptógrafos y especialistas que examinaron el libro y las ilustraciones previamente, fue que ninguno era historiador o tenía conocimientos profundos sobre manuscritos medievales. ¿Entonces, qué significa esa extraña compilación de plantas raras, figuras desnudas y símbolos astronómicos y zodiacales? Bueno, el contenido del Manuscrito Voynich no tiene nada de sobrenatural. De hecho, son condiciones propias de la ginecología.

Descifrando el manuscrito.

Así de sencillo… este manuscrito que a lo largo de los últimos 100 años fue inspeccionado por especialistas en criptografía de la Primera y la Segunda Guerra Mundial, lingüistas y computadoras modernas, es una compilación de problemas femeninos. Gibbs llegó a dicha conclusión tras descubrir una relación entre los símbolos presentes en el códice y otros volúmenes medievales sobre medicina, entre estos los de Trotula de Salerno, que escribió libros durante el siglo XII orientados a la salud de las damas, como el Trótula major.

Específicamente, Gibbs reveló haber encontrado en todos los textos ilustraciones idénticas de un mineral con propiedades magnéticas llamado magnetita – que, por razones desconocidas, empleaban como remedio para tratar diversas condiciones ginecológicas. De acuerdo con este experto, el manuscrito también presenta una diversidad de mujeres aseándose, una estrategia para mejorar la salud utilizada en la época en que se escribió el libro.

La clave está en el índice.

Además de estas pistas, otro indicio de que el Manuscrito Voynich habla sobre medicina es la forma en que lo organizaron. De la misma forma que otros volúmenes medievales, en lugar de que los nombres de las plantas y las enfermedades tratadas en la obra aparezcan con su descripción en cada capítulo, estos deberían listarse en el índice, junto con la información de la página en que podrían ser encontrados. Sin embargo, el manuscrito carece del índice.

De acuerdo con Gibbs, si el manuscrito conservara su índice, el misterio sobre el contenido de la obra se habría resuelto desde hace mucho tiempo.

Es un alivio que alguien haya arrojado luz sobre el contenido de esta misteriosa obra, aunque resulta algo decepcionante saber su significado real.