El cúmulo estelar de las Pléyades o “Las siete hermanas” figura entre los más próximos a la Tierra. Y el día de hoy, 5 de diciembre, una maravillosa fotografía de este grupo de estrellas apareció como imagen destacada en el sitio web Astronomy Picture of the Day. La peculiaridad de estos objetos estelares es que pueden observarse a simple vista, incluso en sitios con contaminación lumínica.
Según la técnica fotográfica empleada, es posible captar únicamente el brillo de las estrellas o la gigantesca nube de polvo que las envuelve. Aunque en esta fotografía el brillo de las Pléyades es el protagonista, el polvo estelar le otorga una elegancia característica. Algunos investigadores creen que una de las estrellas más brillantes de las Pléyades redujo su brillo tanto, que “desapareció” del cielo.
Así, en el grupo solamente seis de las siete “hermanas” son visibles a simple vista. Pero, en este cúmulo el número de estrellas visibles sin ayuda de instrumentos especiales puede ser mayor o menor a siete. En realidad, todo depende de una serie de factores, como la oscuridad del cielo y la posición del observador.
El cúmulo estelar de las Pléyades.
Ubicado a unos 410 años luz de la Tierra, el cúmulo estelar de las Pléyades (también referido como Messier 45 o M45) aparenta tener solo siete estrellas. Pero, la realidad es que en esta región del espacio se concentran más de 800. Han maravillado a los seres humanos desde hace decenas de miles de años, y por lo mismo recibieron muchos nombres en múltiples culturas. Por ejemplo, los mexicas las conocían como “Tianquiztli” que significa “mercado”, y representaban el quinto punto cardinal.
Este cúmulo de estrellas es de tipo abierto. En otras palabras, lo conforman estrellas que nacieron prácticamente juntas a partir de una misma nube de gas y polvo. Las estrellas más brillantes del grupo se formaron hace más de 100 millones de años y emiten un brillo azulado.
El nombre de las pléyades surge a partir de una leyenda en la mitología griega. En esta historia, las Pléyades son las hijas del titán Atlas y de Pléyone, una oceánide. En una antigua guerra, Atlas se levantó contra Zeus, el dios del Olimpo. Como castigo por la afrenta, este último determinó que Atlas debía sostener el cielo sobre sus hombros.
Las Pléyades se pusieron tan tristes con la sentencia, que Zeus les permitió quedarse en el cielo, cerca de su padre.
APOD.