¿Cómo inició la teoría de la Tierra Plana y qué postula?

¿Te has preguntado cómo surgió la idea de que la Tierra es plana? A diferencia de lo que muchos creen, desde hace más de dos mil años una buena cantidad de humanos está consciente da la forma esférica que posee el planeta que habitamos. Y no somos los únicos, pues tanto el maravilloso sistema de navegación de las abejas como su capacidad para comunicar direcciones a otros miembros de la especie se basan en este hecho. En la historia evolutiva, a los humanos les tomaría mucho más tiempo tener conciencia sobre la forma de nuestro planeta.

La naturaleza esférica de la Tierra.

Según la historia, Pitágoras (siglo VI a. C.) habría sido el primero en sugerir el formato de pelota de la Tierra, aunque la idea no se divulgó como debería. Posteriormente, Aristóteles (siglo IV a.C.) respaldó esta hipótesis y agregó información valiosa, como que las constelaciones del sur se ubican más alto en el cielo cuando el espectador se desplaza al sur. Además, se dio cuenta que durante los eclipses lunares la sombra proyectada por la Tierra era redonda.

Los aportes de Eratóstenes.

Estas ideas quedaron formalmente asentadas en el sigo III a.C., gracias a Eratóstenes que por ese entonces administraba la imponente Biblioteca de Alejandría. Partiendo de las ideas postuladas por Pitágoras y Aristóteles estimó (con admirable precisión) la circunferencia de la Tierra. Eratóstenes observó que al medio día de un solsticio de verano en Syen (actual Asuán), el Sol se proyectaba directamente en el fondo de un pozo, sin producir sombra alguna. Después, durante un mediodía del solsticio de verano en Alejandría midió el ángulo de la sombra proyectada en ese lugar y encontró que era de unos 7 grados o 1/50 parte del círculo.

Para calcular la circunferencia del planeta, lo único que le faltaba era obtener la distancia entre Alejandría y Syen. Esta tarea la delegó a los bematistas, unos especialistas entrenados para medir distancias contando sus pasos. Estimaron que la distancia entre una ciudad y otra era de 5,000 estadios. Así, Eratóstenes concluyó que la Tierra tendría unos 250 mil estadios de circunferencia.

El error en su cálculo pudo ir del 1% al 16%, dependiendo de la medida de estadio que empleaba. Muchos eruditos creen que empleó la medida de un estadio egipcio, 157.5 m, pues fue el lugar donde elaboró los cálculos, por lo que su estimación habría tenido un pequeño margen de error del 1% (tomando en cuenta que median con pasos, es increíblemente preciso).

La religión y la forma de la Tierra.

La creencia general es que, particularmente durante la Edad Oscura, los cristianos hicieron hasta lo imposible para combatir ideas como la que proponía la existencia de una Tierra esférica; sin embargo, no fue así. Bede el Venerable, un monje y erudito católico que existió durante el siglo VII en Europa, desarrolló un tratado muy importante donde se abordaba el formato esférico de nuestro planeta. De temporum ratione se copió y distribuyó prácticamente a todo el clérigo del imperio carolingio.

En la década de 1300, Dante Alighieri escribe la Divina Comedia donde describe a la Tierra con forma esférica y nadie mostró rechazo alguno por el concepto.

Además del catolicismo y otras ramas del cristianismo, otras doctrinas religiosas contaban con eruditos que, casi universalmente, consideraban que el planeta tenía forma esférica. Incluso el mundo islámico se apegó a este consenso. Con raras excepciones, ninguna persona instruida en la historia de la civilización occidental a partir del siglo III a.C. creía que la Tierra era plana.

Pero, los académicos del mundo occidental no eran los únicos, pues incluso el peor de los marineros conocía perfectamente el formato de la Tierra. Lo concluían al divisar una embarcación en el horizonte, pues lo primero que desaparecía era la parte inferior y después el mástil. Lo mismo sucedía cuando divisaban tierra a la distancia. No hacia falta ser erudito para darse cuenta que la superficie del agua se curvaba de manera continua.

Terraplanistas modernos en números.

Pese a todo esto, incluso en el primer mundo existe un pequeño porcentaje de personas con una creencia férrea sobre la existencia de una Tierra plana. Quizá no lo parezca, pero el grupo que defiende esta idea es diminuto.

En 2018, la firma de investigación de mercado YouGov hizo un sondeo a 8,215 participantes estadounidenses y encontró que: el 84% cree que la Tierra es redonda, 5% siempre creyó que el planeta era redondo, aunque últimamente tenían dudas, 2% mencionó siempre haber creído que la Tierra era plana, aunque últimamente se mostraban escépticos y sólo el 2% respondió siempre haber creído que el planeta era plano. El 7% restante proporcionó otras respuestas.

Orígenes de la Sociedad de la Tierra Plana.

El movimiento que supone una Tierra plana es relativamente moderno, aunque el génesis de la Sociedad de la Tierra Plana inició a mediados del siglo XIX con un hombre llamado Samuel Rowbotham en Londres, Inglaterra. Rowbotham abandonó la escuela cuando tenía nueve años y, eventualmente, se convenció a sí mismo de que la Tierra era completamente plana y que todo lo que podíamos observar en el cielo, incluidas las estrellas, estaba a pocos kilómetros de distancia.

Las ideas de Samuel Rowbotham.

Las ideas de este hombre eran completamente absurdas, incluso para el conocimiento científico y tecnológico de aquella época. Sin embargo, Rowbatham era un orador hábil, resultaba muy carismático para el público y solía enfrascarse en amplios debates, llegando a torcer los argumentos de académicos brillantes. Aunque no tuviera una pizca de razón, resultó más hábil para convencer a las personas de sus ideas que esos académicos con los que solía debatir. Y si no los convencía, al menos les sembraba la duda.

Zetetic Society.

Además de acumular riquezas ofreciendo discursos públicos, llegó a escribir varias obras entre las que se incluye un libro titulado Earth Not a Globe. También fundó la Zetetic Society que, además de impulsar la idea de una Tierra plana, abogaba por que sólo se aceptaran como verdaderos aquellos hechos que uno pudiera comprobar por sí mismos. Además, Rowbotham levantó un negocio paralelo bajo el nombre de “Dr. Samuel Birley”, en el que vendía toda clase de curas milagrosas y rejuvenecedores que él mismo inventaba, entre otra charlatanería similar.

En los albores del siglo XX, la Zetetic Society prácticamente había desaparecido. Lejos estaban las épocas de prosperidad patrocinadas por la labia de Rowbotham. La organización prácticamente había desaparecido.

Samuel Shenton.

En 1956, un año antes de que el primer satélite fuera puesto en órbita, un hombre llamado Samuel Shenton de Dover, Reino Unido, descubrió las ideas promovidas por la Universal Zetetic Society y quedó auténticamente fascinado. Al poco tiempo fundó la International Flat Earth Research Society (IFERS), que rescataba las ideas promovidas por Rowbotham, principalmente las que aseguraban que la Tierra era plana.

Aquella época no era propicia para que esta clase de pensamiento volviera a florecer. Después de todo, el Sputnik empezó a orbitar la Tierra en 1957 demostrando que nuestro planeta era de naturaleza esférica. Pero, Shenton ni se inmutó con las pruebas y argumentó que los satélites sólo circundaban el disco.

Cuando se tomaron las primeras fotografías de la Tierra desde el espacio, mostrando de forma clara que el planeta era una esfera, Shenton dijo que sólo podía creer en aquello que veía con sus propios ojos.

Charles Johnson.

Se inventaron múltiples teorías de conspiración en un intento por desacreditar la evidencia irrefutable de una Tierra esférica. Cuando se les agotaba la imaginación, se limitaban a decir “es un engaño al público, y está mal”. A pesar de todo, la sociedad se negaba a desaparecer. En 1972 pasó de tener más de 3,000 miembros a tan sólo cien esparcidos por el mundo. Ese mismo año Shenton murió, y su legado pasó a manos del estadounidense Charles Johnson, quien fundó la International Flat Earth Research Society of America.

Por supuesto, el enfoque principal de Johnson era que existía una conspiración orquestada durante miles de años para ocultar que la Tierra era plana. Decía que entre los perpetradores de este engaño se encontraba Moisés, Cristóbal Colón y el propio Franklin D. Roosevelt. Suponemos que el único que tuvo problemas fue Colón, quien supuso que el planeta era más o menos esférico.

Por otro lado, Moisés la tuvo fácil pues, en el Antiguo Egipto, predominaba la idea de que la Tierra era plana, de la misma forma que lo hacían los hebreros en el periodo de tiempo que supuestamente existió.

La conspiración de la Tierra esférica.

Seguro te estarás preguntando, ¿qué diablos ganaron los científicos, eruditos y políticos al tramar una supuesta conspiración milenaria con el fin de convencer a las personas de que habitamos un planeta esférico? Johnson decía que era una de las formas que empleaba la ciencia para menoscabar a la religión.

Como señalamos anteriormente, existieron eruditos católicos que diseminaron la idea de una Tierra esférica y, hasta donde sabemos, no hay doctrina religiosa relevante en el mundo que defienda la idea del terraplanismo. Entonces, por ese lado no existe un conflicto de interés evidente. Suponemos que Eratóstenes fue el único que se las vio negras con los dioses del Antiguo Egipto y las deidades griegas.

Johnson era la terquedad hecha persona y mantuvo su postura hasta que logró reclutar a unos 3,500 miembros para la sociedad. En 1997, un incendio destruyó la sede de la organización y se perdió buena parte de los registros. Finalmente, Johnson perdió la vida en 2001 y la sociedad quedó en el limbo. Pero no todo se perdió, y con la llegada del Internet los humanos teníamos recursos suficientes para descubrir la verdad por nuestra cuenta.

La teoría de la Tierra Plana despega en Internet.

Lamentablemente, este mundo está repleto de sesgos cognitivos y un montón de personas perezosas. En 2004, un hombre llamado Daniel Shenton abrió un foro de discusión dedicado exclusivamente a la casi extinta Sociedad de la Tierra Plana. Para 2009, el proyecto terminó convertido en una wiki y la sociedad empezó a crecer lentamente hasta congregar a medio millar de miembros activos.

Sin embargo, el tema se diseminó en redes sociales como Facebook, Twitter y YouTube donde cada perfil y/o canal llega a tener hasta 100 mil suscriptores. Como sucedía en el pasado, la sociedad oficial argumenta que sólo pueden dar por sentado aquello que ven con sus propios ojos y demostrar con sus propios recursos.

Modelo vigente de la teoría de la Tierra Plana.

El modelo vigente de Tierra que defiende la Sociedad de la Tierra Plana, aunque hay ciertas lagunas en su teoría, es el de un planeta con forma de disco. Al centro del disco encontraríamos el Polo Norte, mientras la circunferencia exterior estaría delimitada por un muro de hielo que impide el derramamiento de los océanos. Argumentan que es prácticamente imposible llegar al dichoso muro, sobre todo porque está bajo constante vigilancia de la NASA.

Además, personal de la agencia estadounidense participaría de forma activa generando fotografías digitales de nuestro planeta y otra información destinada a perpetuar la gran conspiración de la Tierra esférica. El personal de Google Earth también estaría involucrado en la trama.

Como evidencia del alcance de esta conspiración señalan en su sitio web que el emblema utilizado por la Organización de las Naciones Unidas se aproxima mucho a la visión de planeta que posee y defiende la Sociedad de la Tierra Plana. Ese logotipo se diseñó en 1945 por un equipo dirigido por Oliver Lincoln Lundquist.

Fenómenos naturales en una Tierra Plana.

Probablemente te estás preguntando cómo cree la Sociedad de la Tierra Plana que se las arreglan los aviones y embarcaciones de todo el mundo para dar la vuelta al planeta. Dicen que estos vehículos no hacen más que “dar vueltas”, pues la “circunnavegación se realizaría desplazándose alrededor de un gran círculo en torno al Polo Norte”.

Los pilotos de aviones y capitanes de barcos ni se enteran debido a que el GPS y los sistemas de piloto automático se diseñaron de tal forma que simulan un desplazamiento alrededor de una esfera. Por supuesto, no tienen una explicación sostenible al hecho de que los humanos dieran la vuelta al mundo en el pasado sin GPS, tecnología que se volvió algo común hace apenas un par de décadas.

Respecto al día y la noche, especifican en el sitio web: “el Sol se desplaza en círculos alrededor del Polo Norte. Cuando está sobre tu cabeza, es de día. Cuando no, es de noche. La luz del Sol está direccionada en determinada zona, como si fuera una linterna sobre la Tierra”. El crepúsculo sería un efecto de perspectiva. No queda claro el funcionamiento de las fases de la Luna, y mucho menos lo que genera los eclipses lunares y solares, sobre todo si consideramos que el Sol es una lámpara que siempre está sobre la Tierra.

La Tierra Plana como centro del Sistema Solar.

Sobre la naturaleza esférica de otros planetas, que se pueden ver girando con un telescopio decente, la Sociedad de la Tierra Plana argumenta: “los planetas orbitan objetos astronómicos. Por definición, la Tierra no sería un planeta, sino el centro del Sistema Solar en torno al cual gira el Sol y los demás planetas. La singularidad de la Tierra, sus diferencias fundamentales y centralidad impiden su comparación con otros cuerpos celestes. Sería como comparar pelotas de baloncesto con la superficie sobre la que rebotan”.

El efecto de gravedad.

Por si fueran poco, dicen que el efecto de gravedad se genera gracias a que “la Tierra acelera de forma constante a 9.8 m/s². Es como si estuvieras sentado en un auto que nunca deja de acelerar, evidentemente te empujaría sobre el asiento. La Tierra funciona de la misma forma. Acelera de forma constante y ascendente impulsada por un acelerador universal conocido como energía oscura o viento etéreo”.

Esta explicación tiene un pequeñísimo inconveniente, pues si aceleramos de forma constante eventualmente rebasaríamos la propia velocidad de la luz. De hecho, si mantuviéramos la velocidad que argumentan los terraplanistas nos llevaría alrededor de un año rebasar este límite. Sin embargo, ese detalle también lo tienen cubierto.

“Gracias a la relatividad especial, este no es el caso. En este punto, muchos lectores estarían cuestionando la validez de cualquier argumento que emplee términos físicos avanzados e intimidatorios para explicar una posición. Sin embargo, es cierto. La ecuación clave es v/c = tanh (at/c). En este caso, la parte derecha de la ecuación jamás puede exceder o ser igual a 1. Esto quiere decir que la velocidad de un objeto jamás podría alcanzar la velocidad de la luz, independientemente del tiempo y velocidad de aceleración”.

El gran domo que cubre la Tierra Plana.

Finalmente, sobre aquello existe bajo la Tierra los terraplanistas no tienen una posición definida, sobre todo porque es imposible llegar allá. En una entrevista para la revista Forbes, el terraplanista Robbie Davidson llegó a decir: “no creemos que nada pueda salir del borde, sobre todo porque gran parte de nuestra comunidad está convencida de que la Tierra plana está bajo una cúpula. El Sol, la Luna y las propias estrellas estarían al interior de este domo. Es muy alto, pero todo está contenido aquí. Por lo que no hay forma de caerse de la Tierra”.

Creo que es parte de la naturaleza humana creer en muchas cosas que no son ciertas, independientemente de la cantidad de evidencia que se presente. Algunas personas son tan tercas que jamás cambiarán de opinión sobre cosas como estas.