Castigo de espíritus malignos

Voy a contar una historia que me sucedió en 2007. Yo tenía 16 años y todos los fines de semana (viernes, sábado y domingo) dormía en casa de mi novio, con su hermana y una de mis mejores amigas… Yo estaba en su habitación viendo la película «El exorcista» de 1973, y mi novio aún no llegaba de la compañía donde trabajaba, eran aproximadamente las 12 de la noche, y en la película jugaban con la ouija, como en muchas otras películas que ya había visto. Como toda adolescente tonta me surgió la curiosidad por saber cómo jugaban y cómo era la sensación de ser «guiada por el espíritu» en el tablero.

sonrisa

Mi novio me daba todo lo que le pedía con el fin de complacerme, y en un momento de estupidez le pedí que me obsequiara la tabla ouija en mi cumpleaños, mi aniversario sería dentro de tres días… al cabo de ese tiempo el me obsequió el juego de la ouija (su tía abuela era una practicante de la brujería y le entregó el tablero a él, diciéndole que no quería volver a saber más de ella).

La fiesta de mi cumpleaños fue en mi propia casa, comenzó a las 4 de la tarde y duró hasta el día siguiente. Como yo vivía en una granja en el campo, no había problemas por hacer fiestas de ese tamaño.

Sin que mis padres se dieran cuenta (ya que son muy religiosos) me entregó la tabla en mi cuarto, tenía una sonrisa de oreja a oreja pues al fin sabría lo que era jugar con la ouija. En la habitación cerrada con llave se encontraba mi novio, mis amigos y yo… No muchos amigos, apenas 5, y entonces comenzamos el juego. Pedimos permiso y según mis cálculos jugamos de la 1 a las 3 de la madrugada, más o menos.

emily Rose

Pasó una semana y le devolví la tabla pues a mí ya no me servía de nada, yo todavía creía que era una mentira… Pero más tarde esa noche, me disponía a dormir en mi cama cuando comencé a oír pasos que se acercaban por la escalera, pero no eran pasos normales (de papá, mamá o mis hermanos), no eran pasos ligeros, eran demasiado pesados ​​y cuanto más subían más fuerte se escuchaban. Sola en la habitación, debajo de las sabanas y con todo apagado entré en la desesperación y comencé a hablar: «¿Mamá?, ¿Papá? “… Pensando que serían ellos, pero estas palabras fueron en vano. La puerta se abría lentamente y entre más lo hacía menos podía ver, todo se hacía más y más oscuro, fue entonces cuando sentí algo en mi cuerpo, como si saltara sobre mí y ya no podía ver nada, sentí náuseas y mareos hasta que me desmayé… la única cosa que recuerdo fue cuando me desperté y vi a mi madre a un lado tratando de reanimarme. La llamé y ella me abrazó y me dio la noticia de que mi novio estaba muerto y que 3 de mis 5 amigos de esa noche habían desaparecido.

Al escuchar esta noticia me puse a llorar incontrolablemente y a gritar el nombre de mi amado, entonces le pregunté a mi madre que cuando sería el entierro, y me dijo con inquietud: «Fue hace un mes”… Y yo sin saber nada le pregunté qué había pasado conmigo desde mi «última noche» y me dijo que esa noche mi amado fue encontrado muerto en el medio de la calle. No hubo indicios de lo que podría haber sucedido y me dijo que después de que le hicieron la autopsia, el médico diagnosticó un paro cardíaco, esa noche se despertó en casa con mis gritos, pero mi voz era muy fina y ella corrió a mi habitación, cuando abrió dijo que yo estaba sentada mirando hacia la puerta con una sonrisa en el rostro y gritando, pero no eran gritos a de miedo, sino como si quisiera despertar y molestar a la familia entera. Luego me ordenó callarme y dormir porque mi padre se tenía que levantar temprano, y mirando a mi madre al escuchar esa reprimenda, empecé a gritar con una voz ronca y gruesa, ella se asustó y me dejó ahí, luego me dijo que desde entonces me despertaba todas las noches gritando, o andando por la casa con pasos fuertes y violentos derrumbando todo por donde pasaba, o de pie al lado de su cama mirándola mientras dormía y siempre con una sonrisa de oreja a oreja.

emily rose

Cuando escuché todas estas historias comencé a llorar y con mucho miedo de su reacción le conté a ella lo que pasó la noche de mi cumpleaños 16. Me regañó de una manera que nunca lo había hecho y me dijo que era una muchacha muy malcriada. Después de calmarse me dijo que la noche anterior ella se despertó y se dio cuenta de que no estaba gritando, ni de pie al lado de su cama, por lo que fue a buscarme fuera de la casa, me encontró en la puerta toda retorcida y casi levitando, cuando un humo negro salió de mi ropa y yo caí al suelo toda contorsionada, por lo que me llevó con urgencia al hospital, donde me desperté.

Mirando a los ojos de mi madre le dije que no recordaba nada, apenas la escena en mi habitación, y me dijo que había llegado a la conclusión de que se trataba de un espíritu maligno que quería enseñarme a no jugar con lo que no debía. Agaché la cabeza, y con lágrimas en los ojos le pedí perdón… no sólo a ella, sino a todos los que sufrieron.

Esta es mi historia, no mucha gente me cree, pero no necesito que lo hagan, pues mi familia y yo sabemos todo lo que pasamos en ese mes… Y ahora, a los 22 años, con toda una vida por delante, estoy en una silla de ruedas a causa de las contorsiones y tengo manchas en la piel. Vivo con mucho miedo de que esa cosa vuelva de nuevo por la noche y le pido que me perdone por mi rebeldía adolescente.

9 comentarios en “Castigo de espíritus malignos”

  1. Eso le pasa por fácil, imaginen tenía 16 años,tenía un novio que ya trabajaba por lo que forzosamente tenia que pasar de los 18 años (pedo bear), y dormía con el cada fin de semana haganme el favor!! y lo peor es que ya iba a cumplir el aniversario con el, osea que desde los 15 ya no era señorita :S

    Esta historia sí es perversa y maligna.

    1. pues si te parece una porquería deberías leer, cosas serias, revistas con un tinte que consideres serio, o bien podrías leer libros, cultivarte y no estar en un post que crees que es una porquería, hay que tener más respetos por los demás y no solo publicar por publicar.

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