Las personas que presentan los órganos del cuerpo invertidos padecen una anomalía llamada situs inversus totalis. Y, según algunas estimaciones, está presente en uno de cada 10 mil individuos. Este fue el caso de un hombre de 66 años que acudió al hospital a causa de una tos persistente, y terminó sorprendiendo al equipo médico por su inusual condición.
Tras una serie de radiografías, el personal del hospital constató que el paciente presentaba todos sus órganos invertidos, del lado contrario a donde debían estar. Por ejemplo, el corazón de este anciano se ubica al lado derecho y el hígado en la parte izquierda.
Órganos al revés.
El situs inversus totalis, según el artículo publicado por los especialistas, es una condición mucho más común de lo que se piensa, manifestándose en uno de cada 10 mil nacimientos. Los individuos que presentan esta anomalía, y tienen conocimiento de ello, suelen portar pulseras para hacer saber a los médicos de su condición, algo muy importante en caso de que se presente una emergencia y tengan que ir a cirugía.
Por fortuna, en la mayoría de los casos la inversión de los órganos no genera mayores problemas a la salud. De hecho, antes de que la humanidad contara con los rayos x y otros exámenes de imagen, las personas morían sin saber que presentaban dicha alteración. Muchas de las complicaciones relacionadas a la inversión de los órganos se manifiestan en el corazón. Y, como las arterias principales tienen una distribución distinta a lo normal, los trasplantes o cirugías en el corazón representan un verdadero reto para los médicos.
El anciano en cuestión llegó a territorio estadounidense tras haber vivido dos décadas en un campo de refugiados. La tos de la que se quejaba era causada por una leve infección respiratoria que fue controlada con éxito. Una vez recuperado, le dieron el alta y volvió a su vida normal.
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