Un grupo de astrónomos descubrió un agujero negro tan voraz que desde hace diez años engulle una estrella. Eso es diez veces más de lo que cualquier otro almuerzo estelar identificado con anterioridad haya durado. Y no solo es la comida más grande de la que se tenga registro en un agujero negro, sino que ha sucedido durante tanto tiempo que los científicos no saben explicar cómo ha sido posible sin doblar las leyes de la física.
La respuesta a este enigma podría darnos una idea de la forma en que los agujeros negros en los albores del Universo crecieron en tamaños mucho más allá de lo que podemos explicar.
Evento de disrupción de marea.
Cuando una estrella se aproxima a un agujero negro, la inconmensurable fuerza de gravedad puede destrozarla, un fenómeno conocido como evento de disrupción de marea. Y gracias al brillo de rayos-X que se produce, hemos atestiguado varios de estos eventos en el pasado.
Una vez que un agujero negro aniquila una estrella, expulsa parte de su contenido hacia el espacio a grandes velocidades, devorando el resto, haciéndose más grande y liberando rayos-X en el proceso. Lo sorprendente de este evento en particular es que la mayoría de las disrupciones de marea tienen muy corta duración. Ninguna otra de estas espectaculares muertes de las estrellas se había prolongado durante tanto tiempo.
El misterio de XJ1500 + 0154.
El proceso de aniquilación de esta estrella se ha extendido durante tanto tiempo que ha empezado a empujar los límites conocidos de la física: la estrella que está siendo consumida ya ha superado el “limite de Eddington”, que no es otra cosa que la luminosidad máxima que una estrella puede alcanzar antes de llegar a un punto de inestabilidad.
Según Dacheng Lin, investigador principal de este estudio de la Universidad de New Hampshire en Durham, la idea es que si una estrella libera radiación suficiente para mantenerse tan brillante, entonces la gravedad apenas es capaz de mantenerla entera.
Por este motivo no logramos comprender la forma en que los agujeros negros supermasivos en el centro de muchas galaxias, incluida la Vía Láctea, crecieron para hacerse tan enormes.
Este agujero negro insaciable recibió el nombre de XJ1500 + 0154, y se sitúa en el centro de una galaxia a unos 1,800 millones de años luz de distancia de la Tierra. Los satélites lo identificaron en 2005 y desde entonces ha sido observado en pleno atracón. Aunque aparentemente la comida se le está terminando, la evidencia sugiere que el agujero negro ha venido consumiendo material estelar desde hace más de una década.
La más grande.
Esto quiere decir que esta fue la estrella más masiva que hemos visto siendo atrapada en un evento de disrupción de marea, o que es la primera vez que atestiguamos la aniquilación total de una estrella menor.
“Eso sugiere algo poco común: que una estrella dos veces más pesada que nuestro Sol está siendo devorada por un agujero negro”, dice James Guillochon, uno de los investigadores del Centro Harvard-Smithsonian de Astrofísica que participa en el proyecto.
El hecho de que ahora se cuente con evidencia de que los agujeros negros pueden devorar algo tan masivo – y convertirse en gigantes en el proceso – da pie a todo un mundo de posibilidades teóricas.
Siguiente etapa.
Por ahora la investigación solo se publicó en el sitio arXiv con el fin de que la comunidad de físicos la revise antes de que se someta a la revisión por pares de un revista. Después será necesario esperar una validación independiente de los resultados.
Sin embargo, si esta observación llega a confirmarse podría ayudarnos a explicar cómo los agujeros negros supermasivos fueron capaces de adquirir alrededor de mil millones de veces más masa que nuestro Sol en los primeros días del Universo, algo que los investigadores todavía no entienden.
El equipo estima que el platillo que está devorando XJ1500 + 0154 se reduzca en la próxima década, haciendo que el agujero negro desaparezca de la vista de los satélites. Evidentemente, el proceso será seguido de cerca para confirmar esta suposición.
Es cierto a mí un negro agujero pone a prueba mí resistencia física todas las noches