Luego de la fase melancólica implícita en el fin de una relación amorosa, siempre surge el reencuentro… y no viene solo, trae consigo una propuesta que parece demasiado trillada: «¿Deberíamos volver a intentarlo?»
Es común gastarse largas horas del día a día en pensar lo que llevó a la finalización de una relación estable. Los motivos abundan en tu cabeza y recuerdas desde los detalles más tontos (el apodo ‘cariñoso’ que recibiste), hasta los más graves (finalmente te diste cuenta de que no eran compatibles y ni el tiempo logró mejorar eso). Algunos incluso se mantienen en una búsqueda constante por encontrar el error “crucial” que hizo que todo aquello se fuera a la basura. Generalmente, un six de cervezas o un par de drinks acompañan esta búsqueda. Y esto en realidad se debe a que los seres humanos necesitamos de una respuesta para todo, muy pocas personas quedan satisfechas con la idea de que la relación simplemente llegó a su fin y punto. Esto nos conduce a una visión post-terminación, pues en una terminación raramente ambas partes quedan satisfechas, es entonces cuando el más frágil aún guarda sentimientos por la ex e intenta mantener la famosa “Amistad” después del noviazgo.
Si te detienes a pensar, generalmente inicia así: un par de amigos que deciden comenzar a salir. Conocen de antemano el riego existente de perder a la otra persona en caso de que las cosas no funcionen, y está bien, lo intentan y pasan semanas, meses y hasta años de buenos y malos momentos hasta que de repente… ¡Pum! La relación se termina. Este es el instante en que han fracasado por completo, y tratan de no ver al pasado… pero luego de un tiempo intentan recuperar la complicidad y tal vez incluso la amistad del pasado lejano. Obviamente, uno de estos elementos todavía siente esa ausencia de algo «especial» en la otra persona. Pero aun así deciden ver cómo están, ponerse al día con la vida del otro… luego de esa primera salida vuelven a intercambiar mensajes recordando las viejas historias, películas, música… y después: ¡la recaída!
La recaída es como saber que no puedes poner un dedo en una sartén caliente con pollo frito y aun así hacerlo después de chuparte el dedo porque “te quemó”. Finalmente terminas quemándote los dedos y la lengua. Pero tienes conciencia de esto, y ya no es una sorpresa, sino una repetición de un error anterior que ha sido placentero, incluso a pesar de la leve molestia
Y todo se ve perfecto otra vez ¿verdad? Ese es un grave problema en la recaída: esta enciende aquellas viejas dudas que se habían apagado con la terminación. Y es entonces que ya no sabes bien lo que sucede, si realmente estás disfrutando de la persona nuevamente. Te vuelves incapaz de percibir si aquellos besos fueron cosa de una noche, o si aquel abrazo fuerte y la mirada significan algo más. El error de esta recaída es que inconsciente se relaciona con una implicación emocional re-encendida, como si forzaran a aparecer aquellas emociones que dejaste de sentir en la ausencia.
Hasta aquí todo vuelve a ser un mar de rosas ¿no? ¿De verdad lo es? La recaída también provoca que pensemos en miles de frases e imaginemos nuevas situaciones. Y esas situaciones a veces dependen mucho del tiempo… si la recaída se produjo mucho después del final, viene la famosa frase: “¿debería intentarlo de nuevo? Todo el mundo merece una segunda oportunidad… tal vez ahora es una persona diferente.” ¿Será? Es fácil en los momentos de carencia emocional confundir los sentimientos, exagerarlos o incluso engañarnos inventándolos. Creer que él realmente notó el vestido, o que ella no se quejó de que fueras a una cena en tenis… parece que están en sintonía nuevamente, y esto lleva a la emboscada final. «Creo ha cambiado, le daré otra oportunidad…»
La inseguridad, la cobardía, ese dilema de volver o no es más complicado de lo que se piensa. Por un lado, ambos realmente pueden haber cambiado las cosas hasta el punto de llegar a tener éxito (aquí hago una mención de experiencia personal: con el paquete de nuevos cambios por parte de ambos, también se incluyen nuevos «defectos»). Por otra parte, ya existe la experiencia previa y demostrada de que no funcionó y quizás volver a intentarlo sea una pérdida de tiempo o algo mucho peor, romperse la cabeza nuevamente y revivir todos los viejos sentimientos para terminar en el mismo lugar con la misma persona. Es el momento de colocar en la balanza lo que quieres en el momento o lo que ya sabes que sucederá en el futuro. (Corazón contra Razón)
Algunos prefieren dejar el pasado en el pasado respetando un supuesto destino. Otros creen y se permiten intentarlo de nuevo en pro de la felicidad y los buenos recuerdos.
——————
Mi opinión personal es que sólo se debe volver cuando hay verdaderos sentimientos involucrados, pero volver porqué te sientes solo o por miedo a que alguien más te “gane el lugar” es una verdadera estupidez. Y mejor ni hablamos de volver por lástima, eso ya es imperdonable.
Y a ti, ¿qué te parece: volver o no volver?
Estoy de acuerdo con lo de volver solamente porque hay sentimientos de por medio, ya sea porque en realidad siempre le «guardaste» su lugar a la otra persona o con el tiempo te diste cuenta de que en verdad había algo «especial», no todo tiene porque ser tan malo igual el tiempo otorga sabiduría y madurez que pueden ser claves para que las cosas realmente funcionen de nuevo.
Pero la gran mayoría, LA ENORME mayoría de los casos es volver porque están solos o porque no quieren que alguien «les quite la silla» o por mera calentura y por eso en la gran mayoría de los casos todo fracasa, hay que intentar llevar la cabeza fría para saber que es lo que se quiere, pienso que a varias personas si les puede funcionar.
Con todo respeto, pero este post se gana de calle el premio al mas meloso en los dos años que llevo frecuentando la pagina.
Esto me ha pasado ami esta navidad,me he rencontrado con mi primer amor que duró 8 años,ella llevaba 7 años con un chico y lo han dejado,la verdad me arrepiento le haberme liado con ella,por que en su dia se porto muy mal conmigo,y ahora dice que me quiere,que no sabe el como ni el porque,veo que ella no ha cambiado,y tiene maneras y contestaciones muy feas de repente,asi que he decicido no dar oportunidad ninguna,simplemente le dicho que no me vuelva ha llamar mas,y asi a sido,espero no llegar arrepentirme nunca.
He tenido una experiencia de este tipo, y lo que recomiendo es que si de verdad l@ quieres intentalo y si las cosas no funcionan o de plano ya no quiere contigo pues no hay otro que decir adios, todos sabemos que el que no arriesga no gana. Hay que querernos y saber que siempre hay alguien que nos espera en un momento de nuestras vidas y en este momento tengo otra relacion con otra persona que me hace sentir mucho mejor con quien pense me quedaria para siempre, nunca es tarde chavos, la mayoria de aqui estamos morros y con una vida por delante, no se awiten
si ya te la cochaste es mejor no volver.
No volver, definitivo, si tu relación falló es por que alguno de los dos perdió el interés y el sentido del amor incondicional y todo se volvió una rutina o simplemente placer sexual, para que forzar algo que ya no tiene sentido y que a la larga perjudicara a la persona que en verdad esta enamorada y la otra parte ya no, es muy trivial este tema, cada quien use su libre albedrío…. solo la vida misma y las experiencias vividas te darán la razón a largo tiempo y una respuesta a esta pregunta…
Creo que la gran mayoría de los casos cuando vuelven a intentar se resume a esto:
«pero volver porqué te sientes solo o por miedo a que alguien más te “gane el lugar” «
Como experiencia personal, si deseas volver, hazlo. Esta segunda «oportunidad» te hará darte cuenta si las cosas funcionan o no y si no se dan, quedarás más tranquilo y te sentirás satisfecho por haber cerrado un ciclo.
No Volver… Las personas no cambian, o su cambio es efimero.