Viento solar inesperado impactó contra la Tierra el domingo

El pasado domingo, un viento solar inesperado impactó contra el campo magnético de la Tierra. Se trata de un fenómeno clase G2, que escapó a las previsiones de los científicos y cuyos efectos aún pueden sentirse. El flujo de las partículas provenientes del Sol generó auroras boreales que se pudieron ver desde Escandinavia hasta Norteamérica.

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Al principio, las estimaciones sugerían que la velocidad del viento solar no subiría demasiado. Sin embargo, conforme avanzó el día aceleraron hasta rebasar los 600 km/s. El fenómeno desató una tormenta geomagnética moderadamente fuerte de clase G2, en una escala que va de G1 a G5. Nadie esperaba algo así en estos días.

“Ya estaba en la cama a punto de dormir cuando empezó la tormenta. Me dirigí a la playa Nykøbing Mors y logré fotografiar las primeras auroras del verano en Dinamarca en los últimos cinco años. Observar estas luces danzando en una noche de verano resultó una experiencia increíble”, asegura el fotógrafo Ruslan Merzlyakov, un experto captando fenómenos astronómicos.

En Norteamérica, las auroras boreales se apreciaron desde la frontera entre Estados Unidos y Canadá hasta el estado de Pensilvania, al noreste del territorio estadounidense. El espectáculo de luces se apreció muy bien en Dakota del Norte, Dakota del Sur y Montana.

¿Cómo se produce un viento solar?

Un viento solar se produce cuando la gravedad del Sol deja escapar un flujo de partículas de alta energía y plasma. Tras recorrer decenas de miles de kilómetros, acaban chocando con la atmósfera terrestre. Dichas explosiones surgen de las partes más brillantes del Sol, conocidas como agujeros coronales. Zonas de mucho interés para los astrónomos, pues gracias a estos agujeros pueden realizar predicciones sobre intensidad de los vientos solares. Además, anticipar fechas del impacto de las eyecciones de masa coronal.

aurora boreal agosto 2022
Fotografía del pasado evento del domigo por Ruslan Merzlyakov.

Hasta la fecha, el fenómeno que produjo el viento solar del pasado domingo es un misterio. En Space Weather creen que pudo tratarse de un flujo anticipado que se esperaba para el martes. Proveniente de un agujero coronal en la zona sur del Sol. Aunque, no se descarta la posibilidad de que el fenómeno fuera causado por una eyección de masa coronal que nadie previó.

Una tormenta de clase G2 tiene potencial para afectar sistemas eléctricos en las latitudes más altas e influenciar las órbitas de los satélites. Una tormenta más extrema, como la del Evento Carrington, es capaz de provocar cortes generalizados en la red eléctrica o averiar los satélites.

Por estas épocas, el Sol se encuentra en su fase más activa de su ciclo de 11 años, lo que explica el incremento en la frecuencia de las tormentas de viento solar. Sin embargo, hasta ahora no existe motivo de preocupación, dado que la mayoría de esos vientos solares pasan de largo. Claro, a menos que seas un observador de auroras boreales y no te quieras perder el próximo espectáculo de luces.

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