Una simple pesadilla

Esa cosa, lo que quiera que sea, no deja de perseguirme en todo momento. Esta vez… ¿exactamente cuánto tiempo ha pasado? Miro hacia abajo y mi ropa está rasgada, no llevo zapatos y los pies me sangran. Quizá estuvimos corriendo durante días. Huyendo de esos ojos blancos y cegadores que proyectan sombras frente a nosotros.

pesadilla ojos en el cielo

¿Éste es un bosque? Podría jurar que estuvimos corriendo entre los árboles, pero ahora parecen zarcillos que se extienden hasta el infinito. Con todas mis fuerzas intento recordar cómo llegué hasta aquí, pero incluso algo tan simple supone un gran desafío.

Creo que ese es el momento Eureka.

“¡Oye!”, grité a pesar de que estaba a unos metros de distancia.

“¡En serio, este no es el momento!”.

“Hay algo”. Le insisto. “¡Tengo una idea!”.

“¿Cuál?”.

“Intenta recordar cómo llegamos aquí”.

Corrimos en silencio por un instante.

“No… No lo sé. ¡No puedo recordar!”.

Sonaba como si el hallazgo fuera divertido. Y de cierta forma lo era.

“¿Y si nada de esto es real?”, sé que suena muy estúpido, sobre todo cuando lo dices en voz alta.

Hace una breve pausa. “Maldición, ¿y si…? Creo que podrías estar en lo correcto”.

En ese momento empiezo a dudar de mi propia teoría, pero es lo único que tiene sentido. Saca el arma que, ahora recuerdo, hemos cargado con nosotros todo el tiempo.

“¿Y cómo sabremos cuál de nosotros está soñando?”.

Lo miró fijamente, y después observó mis manos. Estoy endemoniadamente seguro que me siento real. “¿Tú te sientes real?”.

“Por supuesto que sí. Y apostaría lo que fuera que tú también. Por Dios, yo…”

“Dispárame en el pie”. Le dije sin realmente pensarlo. “Si estoy en un sueño, con toda seguridad la sensación terminará por despertarme”.

“Yo… creo que tiene sentido”. Hace lo que le indiqué, y el dolor es indescriptible.

Después, nada.

Tomo el arma.

“Espera”, dice mientras observa confundido el suelo, luego vuelve a mí. “Apúntame a la cabeza”.

“¿Qué demonios estás…?”

“Es en serio, sólo confía en lo que te digo. Piénsalo: si estoy soñando, despertaré y nada de esto será real. Y si tú estas soñando, entonces no habrás matado a nadie”.

Mis manos tiemblan.

El monstruo está cada vez más cerca. Puedo escuchar el feroz zumbido y su agudo grito, como el de las almas en el purgatorio.

Jalo el gatillo. El monstruo se detiene. Aquel bosque que nos rodea se desvanece cuando cierra los ojos. Mantengo la vista firmemente en el cuerpo todo el tiempo.

“¡Manos arriba! ¡Estás rodeado hijo de perra!”.

Sigo las instrucciones, pero no puedo dejar de ver el cuerpo.

“No se preocupe oficial. Nada de esto es real”.

Temblando, me llevo el arma a la sien. La atmósfera del lugar se llena de tensión. Empiezan a surgir gritos autoritarios, ordenando que me detenga. Sin embargo, nada de eso importa. Todo esto no es más que una simple pesadilla.

3 comentarios en “Una simple pesadilla”

  1. Eso no es nada, una vez soñé que equisvidеоs no existía y por más que lo buscaba, no aparecía.

    Cuando me desperté asustado lo busque y afortunadamente solo era un sueño.

    Ya estando ahí aproveché para aporrear al ganso.

    1. Jajaja q rayosXDXD
      Yo una vez soñé q me estaba desangrado y me estaba ahogando con mi propia sangre se sentía muy real… Al final era q estaba enferma me dormí boca arriba y lo q me estaba ahogando era mi propia vomitó
      La historia tiene potencial 🙂

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