La sabiduría popular no suele equivocarse y para el tema que abordaremos hoy existen muchos dichos, como ese que dice: el pasto del vecino siempre es más verde y la gallina más gorda. Los asados también huelen mejor y la vida de la pareja de al lado siempre parece tener un extra que la hace ver más alegre y colorida.
Las redes sociales son los caminos ideales para que empecemos a sentirnos en el fondo de un pozo. En las redes todo mundo es bien parecido, exitoso, agradable (aunque no entiendan el verdadero significado de esa palabra), hacen viajes maravillosos y se divierten sin medida. Todo mundo elogia a sus hijos, afirma amar a su pareja y sonríen de forma increíble dentro de sus mejores trapos. Todos son honestos, disfrutan de leer y valoran la belleza interior portando un bikini minúsculo y exponiendo poses sensuales.
En realidad, hay muchas personas que publican información auténtica y a las que les encanta leer, son honestas y valoran la belleza interior. Realmente muchas personas admiran a sus hijos y aman a su pareja. Independientemente de la veracidad de estas publicaciones, las redes sociales estimulan los sentimientos de rivalidad y el deseo por tener una vida mejor influenciada por los estándares ajenos de felicidad y no por los sueños propios.
Empezamos a desear cada vez más la vida del otro. Es un rasgo que siempre ha estado presente en la raza humana, pero en la actualidad se ha visto potencializado por la globalización y las tecnologías.
Y cada vez más también envidiamos a la pareja ajena y despreciamos a la nuestra. Cuando conocemos a alguien en la intimidad, pasamos a tener contacto con todas estas cualidades positivas y negativas de la persona. Cuando convivimos con alguien de forma social, vemos solamente el lado positivo pues en fiestas y eventos, las personas tienden a llevar máscaras sociales.
Otro aspecto que debemos considerar: los defectos suelen ser muy incómodos y terminan llamando demasiado nuestra atención. Cuando vemos en el esposo de una amiga o en la esposa de un amigo una cualidad que nuestra pareja no posee, nos olvidamos de averiguar que nuestra pareja tiene muchas cualidades positivas que la otra persona no tiene.
Un esposo puede estar resentido porque la mujer del vecino es más elegante. Muchas veces no toma en cuenta que tal elegancia puede tener un costo muy alto. Por otro lado, una mujer puede desconcertarse porque su esposo no le compra flores los días festivos y el marido de la vecina sí. Pero puede olvidar que su esposo es un feminista que demuestra su cariño de otra forma; por ejemplo, dividiendo las tareas en el hogar por creer que es lo correcto. ¿Se entiende lo que quiero decir? Alguien casado desde hace décadas con una mujer rubia puede sentirse atraído por las morenas pues representan una novedad. Pero normalmente se olvida de pensar que los hombres casados con morenas desde hace mucho tiempo, pueden tener fantasías con las rubias.
Es triste darse cuenta lo mucho que hombres y mujeres se esfuerzan por agradar y parecer perfectos ante los ojos de parejas ajenas. Es triste darse cuenta lo mucho que algunas personas prefieren poner atención a las parejas de los amigos. Es triste darse cuenta la forma en que las relaciones largas empiezan a perder el brillo debido a la falta de cuidado y mantenimiento afectivo. Nadie vive enamorado de la misma persona toda la vida. Pero no por eso una relación debe perder el afecto, la complicidad, las ganas de hacer juntos las cosas, incluso una relación íntima de calidad, creativa y renovable.
El enamoramiento tiene fecha de caducidad, pero la amistad, la admiración y el cariño tienden a crecer con el tiempo y la convivencia. Pero para que esto suceda se hace necesario dejar de mirar la casa de al lado e intentar ver lo que hay de bueno en la propia.
No estimado lector, la mujer del vecino no es más bella que la tuya. No estimada lectora, el esposo de la colega del trabajo no es más cariñoso que el tuyo. La gran cualidad de la pareja ajena es ser de otro y no tuyo.
esto me recuerda a una frase que publique por alla en los principios de internet de 1994 que decia: en estos tiempos en que los hijos no respetan a los padres,maestros de escuela,hermanos,a la personas adultas ni a ellos mismos que nos espera como sociedad…………….confucio. amigos, no hay nada nuevo bajo el sol, nada. en el principio eran dos hermanos y se envidiaban la atencion de dios y fue la muerte de uno de ellos. que sera ahora que somos + o – los 7,000,000 de seres. cuidense de ustedes mismos…..
totalmente de acuerdo, ya lo habia deducido, me alegro saber que mas personas lo entienden, saludos
Eso deberían decirle a las feminefastas que el hecho de envidiar aquello que no tienen no les da el derecho de hacer apología al homicidio.
Me encanta la redacción de sus artículos, son muy directos y no se andan por las ramas.
Éste y muchos otros me dejan con un buen sabor de boca, saber que aún hay buenos sitios por el internet
Saludos marcianos!
Muy buen artículo, no podría estar más de acuerdo, siempre deseamos las cosas de otro sin fijarnos en lo nuestro. Por ejemplo yo le tengo unas ganas tremendas a la esposa de mi amigo y cada vez menos a mi esposa, eso que tanto la esposa de mi amigo y la mía son gemelas…
Si es cierto yo soy su amigo y a mi me pasa lo mismo..
O sea, ambas son gemelas, o no son familia, pero tienen gemelas?
Tanto la esposa del abuelo como del nietecito son gemelas y ambos le tienen ganas a la gemela de su esposa, aprenda a leer amigo.
Primero aprenda a expresarse claramente, jovencito.