Los japoneses hicieron un extraño descubrimiento: los tarros de una marca de mermelada vienen con tapas que se cierran automáticamente. La semana pasada, en Twitter Japón apareció en tendencias «tapa de mermelada». Es un poco extraño que algo así se popularice en redes sociales, pero había una buena justificación.
La razón por la que una tapa de mermelada atrajo la atención de los nipones quedó al descubierto con una publicación del usuario @ktzwcrrk. Mediante un video, reveló que la tapa en un tarro de mermelada giraba y se cerraba completamente sola, como por arte de magia. El producto que aparece en las imágenes está fabricado por Aohata, una de las compañías de alimentos más populares en Japón.
「ジャムのフタ」がトレンドに入ってるのでこれ見て!!!!!
アオハタすごっ!!!!! pic.twitter.com/tSgVwJ8DqN
— カツ沢カレー子 (@ktzwcrrk) March 10, 2022
Los frascos de mermelada con cierre automático.
Todo aquel japonés que entró a la tendencia y tenía un frasco de mermelada en su alacena, inmediatamente comprobó si era verdad. Sorprendentemente, observaron con sus propios ojos una tapa moverse por sí sola. Algunos bromearon diciendo que la tapa tenía vida propia, otros que se trataba de un Poltergeist. También aparecieron quienes vieron en este extraño fenómeno el poder de la fuerza.
No queda claro que es lo que provoca que la tapa se cierre automáticamente, y Aohata ni siquiera se ha pronunciado al respecto. Entonces, resulta un verdadero enigma si el diseño se hizo específicamente para que el tarro se cerrara por su cuenta.
Pero, es un hecho que la tapa gira y cierra por sí sola. A veces con lentitud y otras veces con rapidez, dependiendo de… ve tú a saber. Los videos muestran a los japoneses dejando la tapa encima del frasco, sin siquiera impulsarlo, mientras gira y se cierra a diferentes velocidades. Parece algún tipo de mecanismo magnético, aunque se comprobó que las tapas no cuentan con imanes ocultos.
¿El secreto está en el envase?
Aunque no resulta un sello hermético, la fuerza de giro es suficiente como para que, al levantar el tarro por la tapa, éste no caiga. Para abrirla se debe desenroscar. Y si se quiere sellar debidamente el frasco, se debe girar la tapa muy poco, pues el giro automático hace la mayor parte del trabajo.
Algunos usuarios señalaron que lo mismo sucede con otras marcas que usan frascos similares. Quizá, el secreto de estas tapas que se cierran solas está en la ingeniería del frasco. Independientemente de la verdad, este es un ejemplo fantástico de un diseño universal que requiere de mínimo esfuerzo físico para cerrar un frasco. Ojalá que otros fabricantes de envases consideren la tecnología.
¿Has visto algún frasco que haga lo mismo en tu país? Ahora mismo voy a la tienda a comprar una mermelada Hellmans, digo… mermelada McCormick.
Entendí la referencia jajajajajaja. Pues está raro, seguramente tiene truco, pero a la compañía no le convendría revelarlo.
Ojalá inventaran tapas que siempre sean fáciles de abrir porqué mira que en ocasiones se sufre una vida para poder destapar uno de esos malditos tarros xd