Hace poco publicamos los resultados de una encuesta realizada en el Reino Unido que dio como ganador a Salvador Dalí para ser “el mejor bigote de la historia”, y en realidad estuvimos totalmente de acuerdo con el resultado, pero, ¿qué tan importante es un bigote para un personaje ilustre?. Moustaches make a difference es una curiosa campaña que muestra a algunos personajes ilustres de la historia con y sin bigote, partiendo del principio de que un bigote hace la gran diferencia entre ser una persona normal y ser un destacado personaje de la humanidad.
A todos nos gustan los buenos personajes de la TV, aquellos que son capaces de hacernos olvidar por un rato las preocupaciones diarias y nos hacen pasar un rato divertido frente al televisor. Con algunos incluso hasta nos reflejamos y llegamos a creer que si existieran en el mundo real seriamos muy buenos amigos. Pero existen también los egocéntricos, esos a los que odias y amas al mismo tiempo.
Había cierto conflicto entre Inglaterra y Argentina que quedo evidenciado en la copa mundial de fútbol celebrada en México en 1986. Hacia tan solo cuatro años que las dos naciones se habían disputado una guerra por las islas Malvinas donde los ingleses salieron victoriosos.
Los presentes párrafos presentan el sazón de la historia, lo poco común y extraordinario que en ocasiones nos manda a volar la imaginación. Son hechos que por increíbles que parezcan alguna vez surgieron en la cabeza de alguna persona y ocurrieron en un tiempo y lugar.
Al regreso de sus batallas en Oriente, el victorioso Julio César ofreció el banquete más grande del que se tenga registro. Hay constancia de que comieron más de 260 mil personas en 22 mil mesas durante varias jornadas.
Plinio el Viejo cuenta que Apeles un pintor de Alejandro Magno mostraba entre la gente un retrato, cuando escuchó entre la multitud la crítica que uno hacía de los zapatos que había pintado. A Apeles le pareció razonable y rectificó el detalle. Entonces el critico, que era zapatero, se envalentonó y comenzó a criticar otros aspectos del cuadro, a lo que Apeles contestó: Hipodematurgós, eistá hipodémata su (zapatero a tus zapatos).
El primer prototipo de pantalla de plasma apareció en 1964 creado por Donald L. Bitzer y H. Gene Slotow, de la universidad de Illinois (EE.UU.), pero tenía un problema: era monocromo (verde o naranja). Tuvimos que esperar casi 40 años para que Larry Weber creara una pantalla capaz de reproducir 16,77 millones de colores.
El célebre dramaturgo Oscar Wilde nunca tuvo en cuenta las críticas. Tanto es así que cuentan que, en cierta ocasión, y tras acudir al fracasado estreno de una de sus obras, alguien le preguntó: «¿Cómo ha ido el estreno, Oscar?». «La obra ha sido un enorme éxito» -respondió él sin inmutarse-.« Lo que ha sido un fracaso ha sido el público».
Las diapositivas las ideó, en 1671, el jesuita alemán Athanasius Kircher. Empezaron siendo dibujos realizados sobre vidrio que se veían a 150 metros desde una caja metálica que hacía las veces de proyector.
El Trono Imperial de Japón ha sido ocupado por la misma familia durante los últimos 1.300 años. El Rey Salomón de Israel tenia alrededor de 700 esposas, así como cientos de amantes. Hay 240 puntos blancos en un juego de Pacman. No hay relojes en los casinos de Las Vegas. Era costumbre en la antigua …
![dr-gregory-house[1]](https://marcianosz.com/wp-content/uploads/2009/11/dr-gregory-house1.jpg "dr-gregory-house[1]")
