Cerca de las nueve de la noche, el empleado Oscar Verna acababas de reabastecer las máquinas de café y se movía al primer piso del estadio de “La Bombonera”. De repente, escucha el barullo tan característico de los aficionados descendiendo por las escaleras. Cuando llega a la puerta 18, que da a las gradas, lo único que encuentra es silencio y oscuridad, tal y como ocurre en los días en que no se realizan juegos en el estadio.
Desgraciadamente para los organizadores de la Copa Mundial de Fútbol Brasil 2014, la primera pieza visual de comunicación que se viralizó en Internet no es producto del millonario talento creativo de la FIFA, o de las grandes marcas patrocinadoras que lucrarán a diestra y siniestra con el evento.
No, se trata de una pieza de arte urbano creada por el artista Paulo Ito, que de cierta manera resume uno de los aspectos más lastimeros e indecentes de esta copa: el espectacular contraste entre el espectáculo alrededor de esta disputa deportiva y las condiciones en que viven millones de ciudadanos brasileños.
Kevin Richardson es conocido desde hace algún tiempo como “el amigo de los leones”. Seguramente lo recuerdan de aquellas imágenes donde impresionó al mundo mientras acariciaba a una manada de leones y leonas con una privacidad e intimidad excepcional y espectacular.
Puedes remembrar la publicación en Kevin Richardson, el amigo de los Leones
Estamos a casi nada de que se cumplan 8 años desde aquella inolvidable Copa Mundial de Fútbol celebrada en Alemania durante 2006, donde Italia resultó campeón frente a Francia, y es que como olvidar la emoción de aquel encuentro, el mítico Cabezazo de Zidane contra Materazzi, los penales que definieron la final y la gloria en que se bañó Gianluigi Buffon.
Recuerdo haber hecho una breve publicación, cuando el blog recién estaba cumpliendo un mes, sobre la victoria de Italia. Y es que aunque parece que fue ayer, todo eso suena a nostalgia.
La humanidad vive fascinada con los ideales del cuerpo humano desde la antigua Grecia – e incluso desde antes – a pesar de que el concepto del cuerpo ideal ha cambiado constantemente desde entonces. Tal vez esa sea una de las razones por las que el ensayo “Atleta“, de Howard Schatz resulta tan sorprendente: él explora el mismo modelo de belleza física humana presente tanto en las antiguas esculturas griegas como en los modelos más contemporáneos.
En la serie “Atleta“, Schatz presenta las diversas variaciones del cuerpo humano – en particular, de atletas de alto rendimiento. Es posible observar desde halterofilistas de cuerpos gigantes y músculos bien desarrollados hasta maratonistas de huesos finos – pasando por saltadores de distancia y robustos luchadores. Los atletas van todos untados de aceite en la piel y vestidos con la misma ropa negra. La idea es dar un contexto estandarizado para las imágenes, para desviar la atención de cualquier parte que no sea el propio cuerpo de los atletas. De esta manera, podemos apreciarlos realmente y comparar sus diferentes formas.
1.- El “gordito” siempre va la portería.
2.- El partido acaba cuando todos estén cansados o hasta que la mamá del dueño del balón le grite por su nombre.
3.- Aunque el partido vaya con una marcador de 20-0, el juego se decide con “gol gana”
4.- No existe el árbitro.
5.- No existe el fuera de lugar.
6.- Si el dueño del balón se enoja, se jodieron todos, se acaba el partido.
7.- Los 2 mejores jugadores no pueden estar en el mismo equipo, ellos son los que escogen.
8.- El que vuela el balón, tiene que ir por el.
9.- Cuando un gol es polémico la duda se resuelve en “Gol o penal”
10.- Si eres el ultimo en ser elegido, es una gran humillación.