Nuestro planeta está lleno de pueblos y culturas curiosas, tanto así que probablemente desconozcamos a la mayoría de estos grupos y sus inusitadas creencias. En una serie titulada “Wilder Mann”, el fotógrafo Charles Fréger reúne algunos de los disfraces tradicionales, realmente impresionantes, todavía usados por algunos pueblos europeos en rituales de índole pagano.
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Atila, el supremo rey de los hunos
Atila el Huno, fue un famoso conquistador del siglo V, nacido alrededor del 406 d.C., que ayudó en la unificación del imperio Huno, en una región que actualmente comprende la nación de Hungría. Fue responsable por la construcción de un vasto imperio que se extendía por regiones hoy ocupadas por Rusia, Alemania, Polonia, y gran parte del sudeste europeo.
NIGHTVISION: bellezas arquitectónicas por la noche
Nightvision es una celebración de la brillantez y diversidad de la arquitectura que podemos encontrar por toda Europa. En el transcurso de tres meses, Luke Shepard viajó con un amigo a través de 36 ciudades en 21 países con la ambición de capturar algunas de los más grandes estructuras arquitectónicas de Europa de una forma nueva y única. Compuesto por miles de fotografías cuidadosamente tomadas, unidas entre sí y se estabilizadas en post-producción, Nightvision tiene como objetivo inspirar agradecimiento por estos monumentos artificiales.
Krampus, el diablo de la Navidad
Krampus es un ser mitológico del folclore popular Alpino (países que están cerca de los Alpes: Suiza, Francia, Alemania, Italia, Austria, Eslovenia y Liechtenstein). Este demonio suele acompañar a San Nicolás en sus visitas a los hogares de la gente, y mientras Nicolás le da regalos a los niños buenos, Krampus castiga a los malos.
El nombre Krampus proviene de “Krampen”, que significa “garra” en alemán antiguo. Pero también tiene otros nombres dependiendo de la región, como Klaubauf, en algunas partes de Austria, o Pelzebock o Pelznickel en Alemania, entre otros.
Dioses del norte de Europa
La muerte es un paso a otros mundos y realidades, concebidas durante siglos de diferentes maneras según las creencias o conciencias humanas. En el norte de Europa, y en general en todo el continente, la personificación de la muerte ha tomado diversos rostros y manifestaciones, y a veces realiza una serie de funciones específicas y otras tantas sólo una. Las distancias en Europa son pequeñas por lo que la migración era un asunto común.