En 1972, Japón registró 1,099,948 casamientos. Un inusual pico en la tendencia histórica que, muchos creen, se debió a la popularización de una canción lanzada ese mismo año. Los índices de matrimonio entre los nipones empezaron a mermar entre 1973 y 1985, cifras muy por debajo de lo que se vio en la década del 60. Y si avanzamos hasta la actualidad, queda claro que los japoneses evitan, en la medida de la posible, un compromiso tan grande como el matrimonio.
El Día de Muertos es una celebración tan característica que parece única en todo el mundo. Sin embargo, muchas culturas alrededor del mundo poseen una forma particular de homenajear a sus difuntos. Algunas hacen oración, otras limpian las tumbas y están aquellas culturas donde organizan grandes banquetes y los participantes se atavían con vestimenta específica. Dada nuestra condición de mortales, es hasta lógico que pueblos en diferentes regiones del mundo desarrollaran rituales específicos para honrar a sus muertos.
Taquile es un sitio peculiar donde el valor de un hombre lo determina su capacidad para tejer. En esta pequeña isla al sur de Perú, saber tejer es mucho más importante que actividades como la caza o la pesca. Pues a un buen tejedor le resulta más fácil conseguir pareja y procrear. “La mayoría aprende observando. Como tuve un padre ausente, aprendí viendo a mi hermano y abuelo”, recuerda Alejandro Flores Huatta, un hombre que lleva 67 años viviendo en esta comunidad.
En México, la canción de los helados forma parte de esas melodías que evocan la nostalgia de nuestra infancia. Tenemos bien grabado el recuerdo de esos días en los que pedíamos dinero a nuestros padres para comprar un helado apenas escuchábamos estos sonidos. Y los refiero en plural pues se trata de dos melodías. Seguramente las has escuchado, ¿pero, sabes cuáles son sus nombres?
Se dice que Heibai Wuchang, el guardia negro y guardia blanco del inframundo chino, ronda el lecho de muerte para guiar el alma del fallecido hacia el reino de los muertos. En la mitología china existe una leyenda tan antigua como las propias dinastías. Incluso en la época de Qin Shi Huang, el primer emperador, las personas creían férreamente en el más allá. Y como sucedió en otras culturas, crearon la figura de un “guía” que los asistiera en la jornada hacia la reencarnación. Hasta nuestros días, esas parcas son adoradas por millones y se les considera una parte importante de la religión China.
Cuando recuerdo el mundo donde crecí y lo comparo con el actual, es inevitable sentir pena por los jóvenes. La generación X ostentaba el 9% de la riqueza y la anterior a ella (los baby boomers) el 21%. Los millennials se mantienen a flote con el 4.8% y a la generación Z le debe ir mucho peor. Pero, esa cuita va mucho más allá de que la humanidad concentre su riqueza en unos cuantos individuos. Por si fuera poco, muchos de esos problemas subyacen en aspectos culturales del cotidiano. Hoy, por muchas razones, es más difícil ser un hombre joven que en el pasado.
