Existe un restaurante, y no se trata propiamente de un lugar, un establecimiento sí, sino de un concepto. Nunca es tan grande como para provocar agonía ni tan pequeño como para que dé claustrofobia. Las mesas y el escenario están dotados de una decoración extremadamente refinada, y por mucho que sea de tu preferencia asistir a los bares, te va a gustar el ambiente.
Desgraciadamente no tienen una dirección fija, pero algunos dicen que se encuentra en la melancolía, en los recuerdos más frágiles, e incluso en aquel rincón destrozado de tu mente. No hacen entregas a domicilio y tampoco reservaciones, pero siempre que lo encuentres, tendrás el mejor lugar del restaurante especialmente para ti. No se entra acompañado, el ingreso es exclusivamente a solas. Es un requisito para mantener el buen trato y la alta calidad. El servicio es sin igual y la comida, bueno, la comida…