Como decía aquella vieja canción “una es poco, dos es mucho y tres ni que hablar”. ¿Será que la mente de Jasmine Tridevil funciona bajo este razonamiento? Primero, vamos a una pequeña introducción, antes de que saques cualquier conclusión apresurada: Jasmine es una mujer que, hastiada de ser asediada por los hombres, decidió tomar una medida extrema.
Hugo Hernández García, residente del estado de Nuevo León, México, ha vivido con un rostro desfigurado durante los últimos 17 años de su vida. En su búsqueda de la perfección estética, este estilista, en otrora con piel de melocotón, se hizo algunas cosas muy extrañas: se inyectó aceite para bebe en el rostro, creyendo que se trataba de un sustituto de bajo costo para el colágeno. Lo resultados, como se pueden observar, son bastante graves y, desgraciadamente, irreversibles.
La despampanante Linda Pérez, de apenas 18 años de edad, nació en Santa Cruz del Sur, en Cuba, tiempo después de inmigrar a los Estados Unidos estaba decidida a mejorar su apariencia colocándose unos implantes de silicona en los senos, por lo que un 12 de agosto de 2013 se dirigió a un centro estético de la Florida. Una hora después de terminada su operación sufrió complicaciones y entró en coma, estado en el que permanecería hasta octubre.
Solía ser una joven orgullosa, feliz y cariñosa con su pequeño hijo. Hoy, a más de tres meses de haberse despertado del coma, difícilmente es reconocida por aquellos que la conocieron en el pasado.
Melynda Moon, una mujer canadiense de 23 años, se practicó una de las cirugías plásticas más extrañas de las que escucharás hablar. Aunque la mayoría de los pacientes acuden a los cirujanos en busca de una reducción del tamaño de su nariz, para aumentarse los labios o rellenarse los pechos, Melynda quería hacer sus orejas puntiagudas. ¿Por qué? Bueno, quería parecerse a un elfo.
– “Siempre fantasee sobre cómo sería si yo no hubiera nacido como ser humano“, dice Melynda. – “Así fue que decidí cambiar mi apariencia para aparentar ser algo sobrenatural.” En agosto de 2011, se sometió a una dolorosa cirugía para modificar sus orejas, con un costo aproximado de mil dólares.
Según un artículo publicado por el diario Korea RealTime, Corea del Sur tiene el número más alto en el mundo de procedimientos de cirugía estética realizadas por habitante, afirmación basada en datos de la Sociedad Internacional de Cirujanos Plásticos Estéticos. Una de cada cinco mujeres en Seúl ya se ha sometido a una cirugía. Aunque el fanatismo por cambiar nuestros rasgos “de fábrica” parece responder a un movimiento global, ¿a qué razones atiende esta búsqueda?
Un modelo japonesa de nombre Vanilla Chamu recientemente se convirtió en un fenómeno de la Internet después de de que se publicara que había gastando 10 millones de yenes (unos 100,000 dólares) en 30 procedimientos de cirugía plástica con el único fin de hacer realidad su sueño de ser una perfecta muñeca francesa de porcelana en la vida real.
Ella afirma que este es su objetivo final y la razón por la que hasta ahora ha sido objeto de decenas de procedimientos cosméticos, pero a pesar de los labios hinchados y los pechos agrandados, Vanilla Chamu realmente no se parece en nada a una muñeca de porcelana francesa.