En la isla de Colares, Brasil, aconteció uno de los episodios más extraños relacionados con el fenómeno OVNI. Existe la creencia de que los avistamientos de ovnis sólo acontecen en área solitarias, sin testigos, cámaras de vídeo o cualquier otro material que sirva como evidencia. Por eso, resulta extraño que los residentes de este municipio brasileño reportaran la “invasión” de objetos voladores no identificados en todos los tamaños y formas.
Un equipo de investigadores de la Universidad Federal de Sao Paulo (Unifesp) desarrolla un tratamiento prometedor para erradicar al virus causante del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA). El paciente, que vivió con VIH al menos siete años, no muestra señales del virus desde hace 17 meses tras participar en el tratamiento experimental. A principios de 2019, el paciente dejó de ingerir los medicamentos contra la enfermedad y hasta la fecha el patógeno no se ha manifestado en el organismo.
Después que el animal muriera y encallara próximo al barrio de Coutos, en el “Subúrbio Ferroviário” del estado de Bahia, cuchillo en mano los locales se abalanzaron sobre el cadáver para obtener algunos trozos de carne con el fin de comercializarlos o consumirlos. Sucedió el pasado 30 de agosto, cuando una ballena jorobada encalló en esta región al norte de Brasil.
Hace aproximadamente tres décadas, el fotoperiodista brasileño Sebastião Ribeiro Salgado regresó a su tierra natal del este de África tras documentar las terribles escenas del genocidio en Ruanda. Evidentemente, un trabajo así resulta traumático para cualquier ser humano, pero alguien tenía que hacerlo. Salgado imaginaba que, una vez terminada la misión, regresaría a Minas Gerais para administrar el rancho familiar rodeado por un exuberante bosque tropical, según recordaba. Sin embargo, cuando llegó encontró un escenario decepcionante.
Tan solo dos meses después que el misionero John Allen Chau fuera privado de la vida por los habitantes de la isla Sentinel del Norte, una tribu asilada de cazadores-recolectores que habita el lugar desde miles de años, otro misionero estadounidense es noticia por una acción similar. Se trata de Steve Campbell que, según sus propias palabras, entró en contacto con esta tribu aislada del Amazonas para encontrarse con otro grupo al que habían estado visitando desde hace cinco décadas.
Hace entre 11 y 8 mil años, las grutas de piedra caliza que se encuentran en Lagoa Santa, Minas Gerais, Brasil, recibían la visita de un grupo de seres humanos muy especial. Entre esos primitivos individuos, una mujer apodada Luzia pasaría a la historia después que su cráneo fuera descubierto en la década de 1970, figurando como el habitante más antiguo de toda América. El invaluable fósil terminó consumido por las llamas que diezmaron al Museo Nacional de Brasil hace unos días.
